Nuri Valeria Miñana Martinez vive en Plottier y por años estudió su árbol genealógico y constató que venía del reino de Navarra.
Nuri sintió toda su vida que por sus venas corría “sangre azul”. De niña vivió en la casona ubicada en la estación de ferrocarril de Plottier y su papá y mamá siempre la trataron como una “princesita”. Con los años se dedicó a estudiar sobre la nobleza europea y logró descubrir que sus sentimientos tenían un trasfondo real.
El año pasado Nuri Valeria Miñana Martinez, vecina de 53 años de Plottier, fue reconocida como Princesa gran Duquesa de Navarra y certificada por la Casa Principesca dinástica Zoboli del Correggio de Austria.
Esta corona no llegó de manera rápida, sino que fue el momento cúlmine de un gran trabajo de investigación durante toda su vida.
Ya de pequeña Nuri volvía loca a su mamá para que le contara historias de sus abuelos, quería saber todo sobre sus antepasados. Sabía que habían llegado de España, pero no mucho más.
En 2007 comenzó a entrar en bases de datos de árboles genealógicos del país, y también visitó el registro civil de Ingeniero Jacobacci, ciudad donde se habían instalado sus abuelos y en la que vivió hasta sus dos años cuando se mudó a Plottier.
Ese arduo trabajo fue el estudio de 400 años de sus antepasados, quienes llegaron a la Argentina huyendo de la primera guerra mundial.
“Mi tatarabuelo vino con su padre, llegaron a Mar del Plata en barco, y después se trasladaron hasta Valcheta, donde se conoce con la abuela, hija de españoles y se casan. Y se trasladan a Jacobacci”, relató Nuri a LM Neuquén, quien contó que traían el oficio de herrería.
Según pudo investigar, sus antepasados fueron caballeros del reino de Navarra, hoy convertido en un estado con autonomía propia.
“Presenté ante las autoridades de la nobleza las pruebas que pude recopilar de los institutos heráldicos, certificados de garantía que avalan la veracidad de la nobleza de mis ancestros. Toda esa documentación que estuve buscando por años se envió a casas reales que tienen conocimiento de esta familia”, contó Nuri de cómo consiguió el reconocimiento como Princesa.
Finalmente, fue la Casa Principesca dinástica Zoboli del Correggio de Austria desde donde comprobaron y evaluaron las pruebas de realeza que presentó.
La vecina de Plottier explicó que este reconocimiento no tiene que ver con una herencia monetaria, sino de linaje y de historia que llevó a tener “una virtud de nobleza” a toda la línea de su familia de Neuquén.
Los títulos nobiliarios se los enviaron por correo en plena pandemia por el coronavirus, mandaron los originales del nombramiento también como doctora en heráldica, dama de honor de la Gran Cruz y Duquesa de San Jorge.
Además de confirmar sus antecedentes reales, Nuri se siente enaltecida con la responsabilidad de ser autoridad de la nobleza.
“Somos muy poquitos los argentinos que hemos sido reconocidos, y nosotros los primeros en Neuquén. Hay también un profesor de la Universidad de Córdoba y otro de La Plata”, indicó la princesa.
Don Demetrio Martinez, y Josefa Elisa Miñana fueron el padre y la madre de esta mujer que hoy comparte sus títulos de nobleza con todos los vecinos y vecinas de Neuquén. "Este trabajo de tantos años dio el fruto de la restauración del estatus del linaje Ancestral de los Miñana", concluyó.
Fuente: LMneuquen.com
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