Se trata de una biografía sobre Hernán Cortés en la que se aporta un extenso apéndice documental con material totalmente inédito.
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La importancia de la figura de Hernán Cortes, evidente tanto parael estudioso como para el profano, en lo positivo y en lo negativo, consti-tuye el objeto de la curiosidad científica e investigadora de un más quenutrido grupo de historiadores, novelistas, biógrafos, etc., y reconocerlano es más que un acto de justicia con el personaje y con la Historia.Como para tantos otros, ésta es fruto de la concurrencia de corrien-tes y circunstancias de las que resultaron personajes y acontecimientosque marcaron su tiempo. Estar en el sitio adecuado, en el momento opor-tuno y ser, además, el personaje idóneo para ese lugar y ese momentoconstituyen el encaje, la trama, que da lugar a la generación del mito.En este sentido Cortés es, a todas luces, el protagonista que laHistoria estaba esperando para propiciar la caída del Imperio Mexica yplantar las raíces de lo que, con el tiempo, constituiría la nación mexica-na. Raíces en las que agarra el mito. Para nosotros, cinco siglos después,resulta difícil imaginar los acontecimientos ocurriendo de otro modo ycon otros personajes.Pero nuestros protagonistas, además de mitos, son humanos, hom-bres y mujeres de su tiempo, y por ello nuestra historia se completa conla intrahistoria, la epopeya con las virtudes y defectos de sus protagonis-tas, sus envidias y traiciones, sus renuncias y entregas, sus amores yodios. Y Hernán Cortés, como no podía ser de otra forma, participa deello.
De esta forma, Cortés constituye un prototipo de mito y un prototi-po humano. Su aventura inimaginable, causa de la visión de superhom-bre elegido por la Historia, junto a su realidad cotidiana, plena de ambi-ciones, intrigas, traiciones, pasiones y frustraciones, nos describen a unpersonaje excepcional que, de una forma u otra, estaba destinado a nopasar inadvertido. Un hombre dispuesto a hacerse visible y que debíaserlo. Una visión convertida en leyenda y, necesariamente, sometida a lacrítica, la revisión y la polémica constante, que nos muestra un figurallena de facetas, de perspectivas, simultáneamente héroe y villano, crea-dor de una nación y aniquilador de otra, amante y traidor, triunfador yderrotado. Alguien cuya vida merece ser estudiada, escrita y revisadacuantas veces sea necesario, y cuantas más mejor.Todas ellas razones por la que esta obra, que sin abandonar el mitose concentra en el hombre, que nos asoma a su niñez y juventud en suMedellín natal, a su paso por Salamanca arropado por su grupo familiar,a la dura vida en Cuba de los primeros años, a su tormentosa relacióncon las mujeres, a sus fracasos, y a su vejez insatisfecha, constituye, a mientender, un trabajo imprescindible para continuar con la tarea de com-pletar el personaje. Hernán Cortés continuará siendo el mismo despuésde su lectura pero, no cabe duda de que le veremos de forma distinta.Por todo ello, y por las especiales circunstancias en las que me des-envuelvo, el encargo de prologar este libro ha constituido un serio reto.Sentir la herencia de aquellos personajes y la vinculación a su historiaaporta una perspectiva especial a la hora de acercarse a ellos. La admi-ración derivada del reconocimiento, la crítica aportada por las diversassensibilidades que participan en el proceso histórico, y la familiaridaddel apellido y la tierra, constituyen una privilegiada atalaya desde la queabordarlos. Desde ella, la lectura de este trabajo, los comentarios y lasdiscusiones con el autor, profundo conocedor de la época, los personajesy la tierra, no en vano es un extremeño entregado a una de los periodosmás ricos de nuestra historia, y el apasionamiento en la defensa de sustesis, constituyen un placer y un reto que merece la pena compartir conaquellos cuya curiosidad e interés les acerquen a esta obra, y aceptenuna nueva forma de ver a Hernán Cortés.
lo que me pasa es que la historia es relatada de acuerdo a los
ResponderEliminartopÍcos del autor y su percepción o de acuerdo a su relación con HERNÁN CORTÉS
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