Las últimas excavaciones arqueológicas cerca de la isla griega de Antiquitera han sacado a la luz fragmentos de estatuas de mármol y bronce, además de fragmentos de la estructura externa e interna del barco.
El brazo de bronce tras permanecer casi 2.000 años en el fondo del mar |
La última campaña arqueológica cerca de la isla griega de Antiquitera, donde en el siglo I a.C. se hundió una imponente nave romana cargada de reliquias griegas, se ha desarrollado entre el 4 y el 20 de septiembre bajo unas condiciones meteorológicas excelentes y con unos resultados asombrosos, según informó ayer el Ministerio de Cultura de Grecia. El pecio y sus tesoros fueron descubiertos en 1900 por un grupo de buscadores de esponjas y desde entonces se han sucedido las campañas arqueológicas, con exploradores tan ilustres como Jacques Cousteau. Uno de los objetos más conocidos, rescatado del fondo del mar por los buscadores de esponjas, es el Mecanismo de Antiquitera, la computadora mecánica más antigua que se conoce, que reúne el saber astronómico y astrológico de la época.
Un disco metálico con cuatro extremos agujereados y decorado con un toro, que ha podido ser observado con rayos X |
La excavación ha continuado en la zanja en la que se descubrieron restos humanos el año pasado, donde han aparecido amplios fragmentos cerámicos de ánforas y otros recipientes. También se han investigado otras dos zonas, donde han aparecido fragmentos de estatuas de mármol y bronce bajo grandes piedras que se deslizaron hasta ahí debido a un evento sísmico violento. Entre los fragmentos destacan un brazo de bronce, con lo que aumenta el número de estatuas de bronce procedentes del naufragio, y un elemento de la vestimenta de una estatua de bronce. Y entre los fragmentos de mármol cabe destacar una posible pierna de un desnudo masculino unida al plinto o base de la estatua, que se encontraba bajo una enorme roca.
Asimismo se han recuperado fragmentos de la estructura externa e interna del barco que ofrecen indicios sobre el accidente que sufrió, además de clavos, fragmentos de revestimiento de plomo e incluso un disco metálico con cuatro extremos agujereados y decorado con un toro, que ha podido ser observado con rayos X.
Fuente: NatGeo.com
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