Dibujo de Bertrés 1821. AHT |
Cuartos del Maestro Antonio de Aguilar y Chaparro
En el año 1725 Don Bernardo Antonio de Figueroa, albacea testamentario del cura Rector Propietario y Vicario Eclesiástico Don Antonio de Aguilar y Chaparro, impone una Capellanía sobre sus cuartos, destinando la mitad para el sufragio de su alma y las de sus deudos, y la otra mitad para la construcción de la Iglesia Matriz; estos cuartos ubicados al oeste de la Capilla de los Santos Apóstoles, contaban con: una sala, aposento, una media despensa debajo los corredores techada de tejas, con las puertas y llaves, más una docena de sillas, tres mesas, siete cuadros pequeños de diferentes advocaciones viejos, una cocina de embarrado, cerca de tapia con su puerta y su puerta a la calle; al no hacerse cargo nadie de la capellanía, nombra capellán de la misma al Maestro José Suárez de Cabrera y Velasco cura Rector Propietario y Vicario Foráneo, quien los usará como vivienda.
El Cura Rector de la Iglesia Matriz de San Miguel de Tucumán, Dr. Miguel Gerónimo Sánchez de La Madrid, compra a dicha Iglesia con la debida autorización de las autoridades civiles y eclesiásticas, los terrenos en que se encontraba la capilla de los Santos Apóstoles, ya en estado ruinoso y el sitio sin utilidad alguna, por haber sido dejada de lado al inaugurarse la nueva Iglesia Matriz. El mismo en el pedido de autorización del 15 de enero de 1761, expresa su falta de morada cómoda y que el sitio de la iglesia vieja le serviría para edificar su casa de habitación, y después de sus días podría servir de Capellanía; más dos cuartos a la calle frente a la plaza y una sala interior con su oficina. Este sitio que compra tiene 34 varas de frente a la plaza mayor por 83 varas de fondo lindando por el sur con las casas que fueron del Maestro José Suarez de Cabrera, por el este una distancia de doce varas con la Iglesia nueva, donde se encuentra el Calvario y cementerio de la dicha Iglesia, y por el oeste con casas de Juan José de Zevallos y su esposa María Rosa de Saavedra. En este sitio construyó sus casas donde habitó hasta su muerte.
Las casas que construyó Gerónimo en el sitio de la Ermita, tenían quince varas de frente a la calle en que se hallan edificadas, las 19 varas restantes de frente corresponden a las casas que construyó el maestro Antonio Aguilar y Chaparro y que dejó en Capellanía. Estas últimas el Presbítero Miguel Gerónimo las otorga en capellanía primero a su sobrino el presbítero Bernabé Aráoz y a la muerte de este pasa la Capellanía al Presbítero Francisco Borjas Araoz en el año 1780, hermano del anterior
Francisco Borja Aráoz, permuta estas casas en capellanía a su sobrino el Dr. Don Miguel Aráoz a cambio de las partes que tenía Miguel Aráoz en el Tajamar, con la condición de que después de su muerte las transfiriera a la curia.
El General Miguel Francisco Aráoz casado luego con María del Rosario Inés Usandivaras de origen Salteño, sobrino y primo de los anteriores, residente en Salta y emigrado a Tucumán habitó dichas casas en el año 1817 y como estaban muy deterioradas, las compró a los curas de la Matriz con la condición de reedificarlas, pagando una renta anual por el capital adeudado. Luego de unos años, volvió a la ciudad de Salta. La casa en cuestión continuó en capellanía a favor de los sacerdotes de la Matriz.
Francisco Mendioroz casado con Gumersinda Reto, compra el 2 de abril de 1866 este sitio y piezas a los Curas de la Matriz en las mismas condiciones que las hubo comprado al vendedor el General Miguel Francisco Araoz, o sea en capellanía y con el compromiso de reedificar las casas en ruinas; en el año 1875 traslada con autorización de los Curas de la Matriz el sitio de la capellanía, a otro sitio y casa que José Antonio García tenía frente a la Plaza en la esquina de la actual Laprida y San Martín en diagonal a la misma; esta propiedad correspondía a una herencia que recibieron Manuela Reto de García y su hermana Gumersinda Reto, resultado de lo cual los cuartos que compró Francisco Mendioroz quedan libre de capellanía y en su poder. A la muerte del mismo estas casas las hereda su hijo Ricardo Mendioroz.
En los años de 1890 en estas piezas se encontraba la Zapatería Catalana de Matías Mutt.
En el año 1892, Ricardo Mendioroz vende a Juan Heller una propiedad ubicada en la vereda al sur de la plaza Independencia, lindando al sur y oriente con casas de León Soldati y al poniente con la familia Pondal33. Esta propiedad tiene 16.25 m de frente al norte, 11.97 m frente al sur por 16.5m de fondo al oeste, formando al este con las siguientes medidas: 6.75 m de norte a sur partiendo desde el frente del inmueble, a cuya altura forma un martillo en contra, que corre de este a oeste y mide 4,80m y desde este último punto nuevamente de norte a sur, hasta dar con el 9.80m.
La edificación es una casa vieja reformada de material, con parapeto, techo de azotea a la calle y en el interior de teja tiene un gran salón limitado por una pared de bastidor al oeste, que da a una pequeña sala, luego al sur un dormitorio, un comedor, y al frente un cuarto cocina, un WC, un patio de ladrillo, pisos interiores de madera, sumideros y aguas corrientes, está ocupada en este tiempo por una sastrería con contrato por cinco años, faltándole un año y medio.
A la muerte de Juan Heller heredan la propiedad sus hijas, quienes la venden en 1991 a otro particular.
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