Alfonso Enseñat de Villalonga concluye su investigación de 27 años sobre el origen del descubridor de América
Ni era portugués, ni se apellidaba Colombo, ni era catalán, ni se crió en Baleares. El debate sobre los orígenes de Cristóbal Colón es como el del huevo y la gallina, muchas son las teorías pero pocas las voces que se atreven a darlas por definitivas. Después de 27 años y 330.000 archivos revisados, el experto Alfonso Enseñat de Villalonga ha expuesto una serie de conclusiones que podría cambiar el contenido de miles de enciclopedias.
La principal novedad que aporta este investigador es una genealogía que empezaría en torno al año 770... ¡En Escocia! Después de mucho analizar, y después de ponerse en contacto con casas nobles italianas, Alfono Enseñat de Villalonga ha situado los orígenes más remotos de Cristóbal Colón en los Douglas, un clan de la antigua Escocia. «Si desde Génova nos dan la bendición —vaticina—, van a tener que cambiar muchas enciclopedias del mundo, porque de la genealogía se deriva una historia totalmente distinta de la que se cuenta por ahí».
Según este investigador, todo lo escrito anterior a 1484 (que es cuando se tiene constancia de la llegada de Colón al reino de Castilla) «es totalmente falso».
Históricamente ha existido un vacío biográfico en torno a la figura del navegante que ha favorecido el nacimiento de toda clase de creencias sobre sus orígenes. «Mi intención no es solo explicar la genealogía, sino contar también por qué ha existido un vacío documental tan tremendo. En España todos se dedican a teorizar y yo me he preocupado por buscar sus fallos, sobre todoel del Cristóbal Colón catalán, que es lo más ridículo que hay».
Una de las razones que explicarían este desconocimiento estaría en la propia organización de la sociedad genovesa. Al igual que otros investigadores, la tesis que maneja Enseñat es que Cristóbal Colón nació y se crió en un albergo genovés. Estos albergos tenían banca propia, flota propia y la costumbre de que todos sus habitantes adoptaran el mismo apellido, razón por la cual ha sido casi imposible conocer detalles de la juventud de Colón.
Hallazgo único
Las investigaciones de Alfonso Enseñat le llevaron hasta el Barrio Nobles Colonne, un albergo creado en torno al año 1403 y en el que todos sus miembros fueron adoptando el apellido Colonne para diferenciarse de las demás familias genovesas. En ese clan estarían los orígenes de Cristóbal Colón, pues según las actas que durante años ha revisado Enseñat en el Archivi di Stato di Genova, allí vivió su padre hasta el año 1453. Además, esa documentación le ha dejado un hallazgo único: «Estas actas me han servido para corroborar que Cristóbal Colón nació en el año 1446 y no en el año 1451 como dicen todas las enciclopedias».
Tradicionalmente se ha pensado que Pietro Colón —que así se llamaba originalmente— nació en el seno de una familia humilde en la que su padre se ganaba la vida como tejedor. Nada que ver. Al parecer, los padres del navegante venían de buena familia y dieron a su hijo una educación de élite: a los siete años lo ingresaron en el convento genovés de Santa Maria di Castello para que cursara sus estudios. «Vieron en él una predisposición muy notable hacia la astrología», explica Enseñat de Villalonga. «Se dieron cuenta de que era una persona muy despierta, con ambición de conocimiento y mucha capacidad de asimilar todo lo que se le enseñaba. Pensaron por esa razón mandarle a Pavía, donde había grandes expertos en Astrología».
Cambio de nombre
Sus años en el convento se saldaron con una bagaje cultural amplísimo para la época y un cambio de nombre. Era costumbre entre los clérigos promover un cambio de nombre en aquellos jóvenes que eran «tonsurados» como un paso previo al sacerdocio. En el caso de Colón, Pietro pasó a llamarse Cristóforo, que significa «el que lleva a Cristo». Este cambio de nombre unido a la diversidad familiar de los albergos genoveses tiene mucha culpa de que apenas se conozcan detalles de la vida de Colón previa a su llegada a España.
Según su hijo Hernando, autor de una controvertida biografía sobre el descubridor de América, su padre eligió Cristóforo para emular a San Cristóbal. «San Cristóbal —escribió— tuvo aquel nombre porque pasaba a Cristo por la profundidad de las aguas con tanto peligro», lo que de alguna manera denota la vocación marinera y católica de Cristóbal Colón. «Fue tan observante de las cosas de la religión, que podría tenérsele por profeso», añadió.
A la espera de ver qué ocurre con las averiguaciones de Alfonso Enseñat de Villalonga, son varios los mitos que se ha esforzado en derribar durante los últimos años. Quizá el más llamativo de todos sea el que hace referencia a su aspecto físico, pues la mayor parte de los dibujos y estatuas con las que hemos convivido retratan a un navegante de pelo castaño y media melena. «Los historiadores coetáneos a Cristóbal Colón decían que tenía los ojos azules, el pelo rubio o rojizo, más rojizo que rubio —matiza—, y que tenía la piel pecosa. Eso coincide con una raza completamente distinta, curiosamente con la raza escocesa». Todo parece encajar.
Incógnitas despejadas.
1. Nació antes. Según los papeles analizados por Enseñat de Villalonga, Cristóbal Colón nació en Génova en el año 1446 y no 1451 como apuntan casi todas las enciclopedias.
2. Era pelirrojo. Aunque buena parte de las imágenes y cuadros sobre Colón reflejan un hombre de media melena y pelo castaño, Colón debió ser pelirrojo y tener los ojos claros.
Fuente: Abc.es
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