Un grupo de arqueólogos
subacuáticos ha descubierto los restos de la nao «Nuestra Señora de la
Encarnación» cerca de Panamá. Se fue a pique debido a una tormenta
Hace más de 300 años que la nao hispana «Nuestra Señora de la Encarnación»
se fue a pique en un lugar imposible de determinar cargada de armas y
utensilios de uso cotidiano. Objetos que iban a ser entregados a los colones españoles asentados en América.
Desde entonces, se desconocía qué había sido de este buque y el por qué
de su desaparición. Sin embargo, un grupo de arqueólogos subacuáticos
acaba de descubrir que unos restos hallados a 12 metros de profundidad
cerca de Panamá en 2011 se corresponden con los de este navío.
Tal y como ha afirmado Frederick Hanselmann, jefe de la expedición y arqueólogo submarino en el «Centro Meadows» de la Universidad de Texas al canal «Discovery News», han podido averiguar que el buque se fue al fondo del mar en 1681 durante una tormenta acaecida en la desembocadura del río Chagres
(Panamá). A su vez, el experto ha señalado el buen estado en el que se
encuentra el navío a pesar de haberse hundido en aquellas trágicas
circunstancias.
De hecho, una buena parte de su carga aún sigue intacta en
su interior. «Iba cargado de una amplia variedad de artefactos, aunque
destacaban más de 100 cajas de madera que contenían hojas de espada, tijeras, zapatos, herraduras para mulas y cerámica.
Todos ellos eran objetos usuales en la corte y también podían servir
para los soldados de la Corona. Desde los filos, hasta las tijeras (que
podrían haber servido para el tratamiento de heridas por parte de los
cirujanos)», ha señalado Hanselmann al «Discovery News».
Parte del convoy de «Tierra Firme»
La nao «Nuestra Señora de la Encarnación» fue construida en Veracruz (México) y pronto comenzó a navegar como parte del convoy de «Tierra Firme» (una de las dos flotas mercantes que, escoltadas por buques militares de la Armada española,
viajaban hasta el Nuevo Mundo cargadas de utensilios para los colonos y
regresaban hasta los topes de riquezas). Concretamente, el grupo en el
que usualmente viajaba este bajel salía de la metrópoli en dirección a
América en agosto. Así pues, esta nao formaba parte del entramado comercial entre ambos puntos que enriquecía soberanamente a la Corona.
Sin embargo, su destino quedó sellado en 1681 cuando se fue
a pique junto a su cargamento en un lugar desconocido. Ahora, se sabe
que el trágico suceso se produjo durante una gran tormenta en la
desembocadura del río Chagres (cerca de Portobelo) que, además, se llevó
al fondo del mar otros tres navíos. Esto ha asombrado a los expertos, pues no es habitual encontrar barcos españoles en esta zona de América de Sur.
El navío permaneció desaparecido bajo las aguas hasta que,
en 2011, Hanselmann y sus colegas tropezaron con sus restos mientras
buscaban una serie de buques que se hundieron en 1671 en dicha zona. En
principio, sin embargo, no supieron identificar el bajel. Ahora, casi 4
años después, han conseguido finalmente desvelar su identidad gracias a
su cargamento (una representación clara de la vida colonial en el
S.XVII) y la considerable cantidad del casco que se mantiene intacta.
Fuente: abc.es
¿Qué ruta traía la embarcación? ¿De dónde salió?
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