Rúbrica del Dr. Berdía |
El 14 de febrero de 1823, el Cabildo de Tucumán había nombrado "Médico
Titular" al doctor Manuel Berdía, y el 14 de abril se resolvió
considerar su sueldo, asunto que se había dejado "para mejor
oportunidad". El Cabildo consideraba que urgía "el deber de atender las
necesidades de la especie, en los infelices y miserables habitantes de
la población que casi siempre, por su insolvencia, son víctimas de la
necesidad y falta de recursos humanos". Uno de sus deberes era el de vacunar contra viruela una vez por semana.
En consecuencia, se
acordó "la asignación de 300 pesos anuales sobre los fondos municipales"
para el médico, con cargo de "asistir puntualmente a las enfermedades
de los pobres que le llamen". Se convocó entonces al doctor Berdia,
quien "aceptó dicho nombramiento, ofreciendo desempeñarlo fiel y
legalmente". Para que el público se enterara de todo esto, se resolvió
oficiar al Gobernador Intendente.
En cuanto a su actuación política fue Diputado por la ciudad de Tucumán y desde el 15-12-1825 fue secretario interino de la Sala de Representades, puesto en el que fue confirmado el 21-12 de ese mismo años, por dos años más, siendo Presidente del cuerpo José Ignacio Thames
Luego fue ministro del general Lamadrid y quedó como delegado de éste, desde el 26-9-1826 en que se partió la encuentro de Quiroga, hasta que se restableció de las heridas que recibiera en el combate de "El Tala" el 25-11-1826.
Esta vez desenpeñó el interinato por seis mese y medio. En febrero de 1827 declaró a la Provincia sujeta a la ley marcial y a todos los vecinos obligados a prestar los servicios que se les exigiesen para el bien público. Estas medidas fueron adoptadas por temor de una nueva invasión que era necesario prevenir. Para compeler a Ibarra a que se retirase de la frontera, cuyas haciendas seguía robando, el general Bedoya salió de Tucumán en su persecución con algunas tropas. Acampó en Tenené, como a siete leguas fuera de los confines y esperó nuevos refuerzos. Al fin marchó sobre Santiago con 1600 hombres cayendo en las redes que le tendía el dictador de aquella Provincia, que lo encerró completamente dentro de la ciudad de la que pudo escaparse a duras penas.
Mientras tanto Lamadrid, seguía combatiendo contra Quiroga, no ya por propia iniciativa, sino por orden del Gobierno General, pero fue derrotado sucesivamente en Palmas Redondas y en el Rincón. En este último punto hicieron defección los salteños que peleaban a sus órdenes, pasándose el enemigo. Lamadrid se vió obligado a buscar su salvación en la ligereza de su caballo y se entró por las serranías, mientras Tucumán veía aterrado desfilar por sus calles nuevamente las huestes del Tigre de los Llanos que se entregaron al pillaje y a todo género de excesos (6 de julio de 1827). En vencedor impuso a los tucumanos una contribución de $40.000. Como Lamadrid se opusiera a la entrega del dinero por medio de cartas a sus conciudadanos, Quiroga le dirigió curiosa misiva:
Tucumán, 24 de julio de 1827
"He sabido por varios miembros de la honorable Junta de V.E. ha hecho comprender el pueblo que no deben contribuir en nada para cubrir los 24,000 pesos que reclamé como parte de los gastos que me ocasionó la injusta guerra declarada contra mi por esta provincia, por el órgano de sus representantes, y que, con ese motivo, algunos que se habían suscrito se han retraído; de lo que resulta que V.E. con su genio activo, a podido, a poca costa, oponerse a que yo reembolse de la pequeña parte que pido de los grandes gastos y perjuicios que he experimentado; pero; ¡por Dios vivo! si no me satisface antes de las dos horas de este día, me haré pagar, no la sume de 24.000 pesos sino todos los gastos que he hecho y todas las pérdidas que he sufrido en mis negocios. Cuidado, pues; no haya equivocación; la generosidad tiene sus límites; y no me falta disposición para castigar del modo más ejemplar el orgullo y osadía de este país rebelde, que mira con desprecio la generosa tolerancia, con que ha sido tratado, aunque sin merecer la más mínima consideración.
V.E. puede, si lo considera considera conveniente, hacer saber esto a la Junta; en la inteligencia de que, pasada la hora ya mencionada, sin haber yo recibido la pequeña suma que pido, empezaré inmediatamente a hacerle sentir los estragos de la guerra.
Dios Guarde a V.E. muchos años
Juan Facundo Quiroga"
El 12 del mismo mes, el Dr. Berdía que había huido hacia el norte fue detenido en Trancas y enviado preso a disposición del caudillo triunfante. Lamadrid vagó errante por Salta y Jujuy, hasta que finalmente de retiró a Bolivia.
Nuevamente a mediados de enero de 1830 fui gobernador provisional de Tucumán hasta los primeros días de julio en que asumió Javier López
Fuentes:
1. Album del Centenario (1816-1916) Tucumán
2. Honorable Legislatura de Tucumán - (ASR, T. I, p. 220-221)
3. Honorable Legislatura de Tucumán - (ASR, T. I, p. 221-222)
4. La Gaceta.com
5. Dra. Zulema Y. Ponce - Historia de la Medicina en Tucumán, desde sus inicios a 1993
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