LOS LOPEZ DE VERA. 1710 - 2014.
La Familia López de Vera, protagonista de esta historia, estuvo asentada durante tres siglos en las actuales provincias de Tucumán, Salta y Catamarca. Inicialmente en las tierras de Mimilto, en el Valle de Choromoros, jurisdicción de Tucumán, de donde pasó al Valle de Santa María, Catamarca, desconociendo hasta el presente su lugar de origen. Desde aquí pasaron a la ciudad de Salta, Trancas, Monteros y San Miguel de Tucumán, permaneciendo en Santa María sólo un hijo del fundador.
El tronco originario de esta familia se generó a partir
de la unión entre el genearca maestre de
campo Pedro López de Vera y doña Antonia de Torres Valenzuela, estequeña, descendiente
de los primeros conquistadores y fundadores de la antigua ciudad de Nuestra
Señora de Talavera.
Según don Julio de Atienza, el de López es un apellido
patronímico, derivado del nombre Lope, por consiguiente no tienen relación
alguna los diversos linajes de esta denominación. El de Vera es un apellido de
origen aragonés y procedencia real.
A lo largo de tres siglos sus integrantes han intervenido
activamente en la política, la cultura y el desarrollo económico del noroeste
argentino.
Esta historia, estructurada según la genealogía clásica,
pretende ser un estudio bio-genealógico de la misma, describiendo su evolución,
su ascenso y descenso social, según los casos, desde labriegos y hacendados
hasta la primera línea de la clase dominante, y las actividades tanto privadas
como públicas que llevaron a cabo muchos de sus miembros.
Hemos dividido en seis capítulos el trabajo,
correspondiendo a partir del segundo uno a cada hijo del genearca. Siguiendo
nuevas tendencias, hemos incluído las ramas femeninas, bajando en algunos casos
hasta la quinta generación. Comenzamos con una introducción y el ámbito geográfico
donde vivieron, seguidos por la genealogía.
La documentación básica que ofrecemos se basa en las
actas sacramentales, testamentos, partición de bienes, así como diversa
bibliografía en las que se hace mención a esta familia.
Si bien hemos respetado el uso del don para los siglos
XVIII y XIX, lo hemos mantenido para el siglo XX para mantener así una
uniformidad en el trabajo. En muchos casos algunos párrocos lo omitieron por
descuido y no por que no lo llevaran sus feligreses. También hemos agregado los
apellidos maternos para una mejor ubicación de sus integrantes.
No utilizamos ninguna abreviatura y aclaramos que el uso
de las palabras “hijo legítimo” se mantuvo en la parte civil hasta mediados del
siglo XX y en lo religioso hasta fines de dicho siglo, por consiguiente cuando
ya no lo mencionamos no significa que no lo fueron.
Dejamos aclarado que esta obra puede ser incompleta, debido primeramente a sus numerosos integrantes y la dispersión de la documentación, en razón de la movilidad de la familia. También dejamos constancia de que la línea de Salta, nuestro amigo y colega don Carlos Jáuregui Rueda publicará próximamente un extenso trabajo sobre ella, aquí nos limitamos a desarrollar las líneas vinculadas a Tucumán.
Fuente: Federación Argentina de Genealogía y Heráldica
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