Por: Oscar FILIPPI
El martes 17 de Mayo, la Armada Argentina, a través del Comando del Area Naval Atlántica, evocará en la Base Naval Mar del Plata, el 207 Aniversario del triunfo del Almirante Guillermo Brown en la batalla naval de Montevideo. Este año no habrá ceremonia militar, pero el Comandante del Area Naval Atlántica, Comodoro de Marina Gabriel Eduardo Attis, estará presente junto a los Marinos que están protegiendo nuestros recursos en el Mar y el personal que, junto a la Municipalidad de General Pueyrredon, colaboran con la población civil, en estas circunstancias de aislamiento social.
Por la importancia histórica que representó este triunfo naval, la fecha se conmemora hoy, como el
“Día de la Armada Argentina”.
Los hechos:
La denuncia del “Tratado de la Concordia” que consideraba el levantamiento del sitio de Montevideo por los patriotas y del bloqueo de Buenos Aires y la evacuación de la Banda Oriental por los portugueses, llamados por el virrey De Elío en posible connivencia con el General Goyeneche que avanzaba por el Norte; recrudece la acción realista. Se produce el tercer bombardeo a la ciudad capital por el Capitán de Navío Primo de Rivera, desembarcos y saqueos en San Nicolás y San Pedro, el arribo de refuerzos a Montevideo; los desastres de Vilcapugio y Ayohuma paralizaban el comercio por el Norte, ya cortado por el bloqueo en el Plata; la inquietante presencia portuguesa en el litoral, la frustrada conspiración de Alzaga, el avance del caudillismo en el interior, etc., constituían los elementos suficientes para crear una situación caótica a límites críticos para el Gobierno Patrio.
El Director Supremo Gervasio de Posadas comprende que la primera prioridad para defender la revolución consistía en eliminar el poder español de Montevideo y del Río de la Plata. Sin embargo, el sitio terrestre a la plaza fuerte se prolongaba y las fuerzas de Rondeau, podían ser atacadas por la retaguardia.
Posadas decidió, a tales efectos, organizar una escuadra cuya responsabilidad recae en el ministro Larrea y en el comerciante norteamericano, Pío White.
El esfuerzo financiero de White y la decisión patriota, dieron como resultado que pocas semanas después, se dispusiera de cinco naves mercantes armadas: la fragata “Hércules”, la corbeta “Céfiro”, la goleta “Julieta”, y el bergantín “Nancy” con la balandra “Cármen”, a los que muy pronto se le incorpora la goleta “Fortuna”.
Nace la historia:
Tras algunas discusiones por la selección de tres candidatos posibles, se confía la escuadra y el material al Capitán Guillermo Brown, a quien se le confiere el grado de Teniente Coronel el 1º de Marzo de 1814.
El flamante Teniente Coronel de Marina Brown, radicado en Buenos Aires desde 1811, trabajó intensamente en la preparación de una tripulación que era un muestrario internacional en la que predominaban ligeramente los irlandeses en las funciones marineras y los criollos en artillería y tropas embarcadas. En muy poco tiempo supo obligar a oficiales y dotaciones a constituirse en un equipo eficiente y de alta moral combativa.
Comprendió Brown que era necesario separar y dividir a la escuadrilla realista, a tales efectos, entre los días 10 y 15 Marzo de 1814, con sus 6 naves, enfrentó a 12 barcos de guerra y 10 mercantes armados de los españoles frente a la Isla de Martín García y en ese bautismo de fuego su coraje y espíritu combativo transformó una casi derrota en brillante triunfo naval.
La toma de Martín García el 15 de Marzo y el posterior combate del Arroyo de la China, le permitieron alcanzar el primer objetivo, dividir la escuadrilla realista asilando en el Río Uruguay al mejor marino español en el Plata, Capitán de Fragata, Don Jacinto de Romarate que estaba al mando de la escuadrilla que lo había enfrentado.
Acción naval de Montevideo:
Tras el triunfo de Martín García, Guillermo Brown recibe como refuerzos a la sumaca “Santísima Trinidad” y al falucho “San Luis”, ya con 8 naves en su escuadra, el 20 de Abril de 1814, declara el bloqueo de “hecho y de derecho” de Montevideo, ciudad con diez mil habitantes y siete mil soldados. El cerco total de Montevideo la dejó aislada de la metrópoli y de sus aliados, cundiendo en ella un gran desaliento y confusión. De tal situación, renuncia el Comandante de las Fuerzas Navales españolas, Capitán de Navío Primo de Rivera y lo reemplaza el Comandante General de Marina Miguel de la Sierra.
El sitio naval obliga a las naves españolas a zarpar para enfrentar a Brown. Comienzan pues las acciones el 14 de Mayo.
El plan de Brown era fingir una huida hacia el mar, haciéndose perseguir por las naves españolas. Toman contacto por fuego a la altura de las costas del Buceo, pero la falta de viento detiene la refriega.
Durante la noche, se producen cañoneos aislados. Brown fondea cortándoles el paso hacia Montevideo. Durante los día 15 y 16, el viento, que se hace esperar, limita las acciones a pequeños enfrentamientos. La escuadra patriota mantiene la iniciativa, aunque Brown recibe una esquirla de cañón que le quiebra una pierna aun así, conduce las acciones desde la toldilla de la “Hércules”.
Entre las 22:00hs del día 16 y la mañana del día 17 de Mayo, se dan las acciones principales y la escuadra española es destruida. La victoria es completa.
Entre ambas escuadras, se enfrentaron 306 cañones, nunca en otra batalla por nuestra independencia, veríamos semejante concentración de artillería. Montevideo caía tras 45 días de bloqueo naval.
El genio de nuestro máximo almirante lo podemos ver en lo estratégico y lo táctico. Dividió la escuadra española para enfrentarla, la obligó al combate, atacó de noche, maniobra impensada hasta esa fecha, utilizó la misma táctica que Nelson en Trafalgar y no dio cuartel hasta conseguir la victoria.
Así fue el Almirante Guillermo Brown, a quién los argentinos aún no conocemos en su real grandeza a través de más de treinta años al servicio de la Patria y cuarenta y seis de residencia en Buenos Aires.
Bibliografía consultada:
Introducción a la Historia Marítima
Operaciones Navales de Gran Trascendencia Histórica
Capitán de Corbeta (R) Enrique L. G. FORTINI
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