por Luis Horacio Yanicelli
De Manuel Belgrano se conocen muchos escritos, sus memorias autobiográficas, o las Memorias que presentara como Secretario del Consulado de Buenos Aires en su etapa de funcionario al servicio de la Corona de España, también se dispone de cientos de cartas de distinto tenor que remitiera a diversos personajes importantes y no tanto, de aquella época. Estos documentos nos presentan al Belgrano real, su pensamiento y también sus sentimientos.
Lo que muy pocos saben, es que además de los escritos referidos, también se dio tiempo para escribir un poema a Juana Azurduy - el único que se conoce haya escrito - la abnegada y brava patriota que luchara en el norte de nuestro actual territorio, en la denominada guerra de republiquetas en el Alto Perú. Los tucumanos y salteños, la tuvimos luchando en las respectivas batallas de 1812 y 1813.
Esta heroica patriota, nacida en las cercanías de Potosí, en el año 1780, contrajo matrimonio con otro patriota altamente comprometido con la causa libertaria, también merecedor de reconocimiento, Don Manuel Asencio Padilla, que incluso dejo su vida en los campos de batalla, ya que fue fusilado luego de ser vencido en la batalla de la Laguna, en septiembre de 1816.
Y qué clase de poema le dedicó Belgrano a Juana? Veamos.
De esta particular cuestión tomé conocimiento en el trabajo de Pacho O`Donnell, “Los Héroes Malditos” (ed. 2006 DEBolsillo pág. 140) , y este a su vez, nos remite al trabajo de Joaquín Gantier, “Doña Juana Azurduy de Padilla”, editado en el año 1946 y del cual existe un ejemplar en la Biblioteca del Congreso de la República Argentina, obra a la cual tuve acceso para consulta en el año 2008, cuando esta institución era dirigida por el Sr. Diputado Nacional Don Lorenzo Pepe, para quien vaya nuestro reconocimiento por la magnífica labor llevada cabo al frente de tan importante reservorio bibliográfico.
El 03 de marzo de 1816, meses antes de que Belgrano se hiciera cargo por segunda vez del Ejército del Norte (08/1816), Doña Juana Azurduy, comandando una treintena de gauchos y amazonas, reforzados por varias decenas de indios cuyo armamento se limitaba a básicas armas fabricadas por ellos mismos, se enfrentó a una importante columna de tropas realistas que actuaban bajo el comando del entonces Coronel español José Santos La Hera, en El Villar, (foto de encabezamiento), provincia de Tomina, departamento de Chiquisaca actual Bolivia. El resultado fue ampliamente favorable para las tropas que mandaba la patriota.
El derrotado español, José Santo de la Hera, era uno de los oficiales del ejército que al mando de Pío Tristán, había sido derrotado en Tucumán (24/09/1812) y en Salta (20/02/1813) por las tropas comandadas por el Gral. Manuel Belgrano. Luego de la Batalla de Salta, el español había jurado no tomar las armas contra la revolución, a cambio de lo cual se había salvado de ser fusilado, ya que el mismo estaba particularmente individualizado por los patriotas por su destacada crueldad. No solo no cumplió con su juramento, sino que además agudizó su crueldad. Así se cuenta que después de la batalla de Sipe Sipe (11/1815), instruyó a sus hombres, para que remataran a sangre fría a más de 150 heridos patriotas.
Esta particularidad del jefe español, lo había hecho famoso entre los hombres del ejército independentista, que intentaron infructuosamente atentar contra la vida del cruel militar, en varias oportunidades, sin mayor suerte.
Pero en marzo de 1816, Juana Azurduy hubo de hacer comer el polvo al violento y soberbio militar del rey.
Tan notable triunfo hizo que a Juana se la designara Teniente Coronela y además, que Belgrano, ya en funciones de comandante del Ejército, le dedicara un poema que dice así:
DESDE HOY SEREIS YA BANDERA
POR MEJOR MANO CREADA,
SEREIS EN TODA LA FRONTERA.
¡TIEMBLE EL TIRANO! LA HERA
ABATA SU POMPA VANA;
Y PARA GLORIA DE JUANA
DE AZURDUY, DIGA QUE DE ÉL
A PESAR DE SER CRUEL
TRIUNFÓ UNA AMERICANA.
Fuente: (*) El Dr. Luis Horacio Yanicelli, es abogado, Miembro de Número del Instituto Nacional Belgraniano y actual Presidente del Instituto Belgraniano de Tucumán.-
Se comenta en la familia que mi tia abuela chozna doña María Josepha de Ezcurra y Arguibel estuvo en Tucuman, Salta y otros entreveros menores y conoció a la brava Juana Azurduy... Entre los cañonazos, la fusilería, las cargas de infantería y caballería, en un momento en que cesó la intensidad del combate Manuel Belgrano se hizo de unos minutos para pasar por el campamento patriota y ver como se hallaba su amada concúbina la "Pepa" Ezcurra y entonces, contradiciendo los malignos rumores de que era poco varonil, concibió con ella al único hijo varón del prócer... Este hijo fué bautizado en Santa Fé, en un campo de su padrastro, como Pedro Pablo Rosas porque su tía María de la Encarnación estaba casada con el Restaurador de las Leyes y se encargó de su crianza y educación... Muchos años después, cuando tenía yá 20 años y secundaba a su "Tatita" Juan Manuel de Rosas, este le confesó la verdad sobre su Orígen y circunstancias, que era hijo del General Belgrano y María Josefa de Ezcurra y Arguibel.. Recién entonces comenzó a firmarse Pedro Pablo de Rosas y Belgrano... Nunca ostentó el apellido de su madre, que a su nacimiento seguía casada con Juan Esteban de Ezcurra y Madoz, que la abandonó con los primeros rumores de la gesta independentista y se volvió a su Señorío de Ezkurra y Petrirena en Navarra, España... Además su padre era soltero, por eso eran amorosos concúbinos... De esa unión vienen casi todos los Belgrano que hoy podemos encontrar en las guías de teléfonos de Buenos Aires y otros lugares de Argentina...Además están los engendrados conla Elguero...
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