Desde su fundación, el 7 de agosto de 1779, se sucedieron diversas administraciones: la Hermandad de la Caridad, la Sociedad de Beneficencia manejada por mujeres de la oligarquía porteña, las Hermanas del Huerto y finalmente, el Hospital Casa Cuna.
Las razones sociales del abandono eran múltiples: recién nacido ilegítimo, hijos incentuosos, productos de violaciones, niñas solteras, fuera del matrimonio, hijos de uniones ilícitas. La falta de recursos económicos para mantener al recién nacido o cuando nacían mellizos, uno era descartado.
Muchos morían en medio de un total abandono, de frío, hambre o sed; ahogados en los abundantes charcos de agua en las calles, comidos por los perros o cerdos que andaban sueltos, atropellados por transeúntes o por carros en la oscuridad de la noche, ya que el alumbrado era nulo o muy deficiente.
La primera Casa de Niños Expósitos la estableció el Virrey Vértiz donde actualmente se encuentra la Manzana de las Luces, en Perú y Alsina. Le sucedieron otras sedes como la ubicada en Moreno y Balcarce, detrás del Convento de San Francisco y posteriormente, la Casa Cuna a partir de 1905. recibiendo el nombre de Hospital de Niños Expósitos. En 1913, tenía 450 camas para expósitos. En 1920, pasa a llamarse “Casa Cuna”.
En el frente del edificio de Moreno y Balcarce, existía en un hueco de la pared, el “torno”, un armazón de madera, giratorio, donde las mujeres abandonaban a sus hijos. Hacían sonar una campanilla adosada a la pared y un empleado, desde dentro del edificio, hacía girar el aparato y recibía al niño, sin saber quién lo había abandonado.
Los lactantes estaban a cargo de amas de leche y el resto bajo el cuidado de amas de cría. Los niños criados se asignaban a familias. Los que no, continuaban en la Casa de Expósitos; una vez emancipados, muchos continuaban trabajando como empleados de esa institución.
Disponían de una imprenta propia que, publicó catecismos, almanaques, bandos oficiales y el “Telégrafo Mercantil”, tareas que contribuyeron a compensar el déficit económico. Al no tener apellido, muchos fueron bautizados con dos nombres o con el apellido “Expósito”.
Hoy la situación no ha cambiado. Se encuentran bebés en los contenedores de basura, en los descampados o en sitios apartados. Los beneficios de la Casa de Niños Expósitos estuvo vigente hasta las primeras décadas del Siglo XX, en ese Buenos Aires que se fue.
Cuadro: Casa de Niños Expósitos. Ingreso anual de expósitos por sexo y defunciones totales 1779-1800. | |||||
Año
|
Ingresos |
Defunciones
|
|||
Total
|
Varón % | Mujer % | Total |
%
|
|
1779
1780
1781
1782
1783
1784
1785
1786
1787
1788
1789
1790
1791
1792
1793
1794
1795
1796
1797
1798
1799
1800
Total de Casos
|
29
63
81
53
75
75
61
56
82
68
63
88
96
86
98
98
101
100
101
112
112
108
1.806
|
31.0 49.3 57.3 47.5 64.3 59.6 61.8 51.1 54.5 44.8 46.5 51.0 52.0 48.5 44.0 52.5 49.1 48.2 41.6 898 |
69.9 50.7 42.3 52.5 35.7 40.7 38.2 42.8 45.5 55.2 53.5 49.0 48.0 51.5 56.0 47.5 50.9 51.8 58.4 908 |
26 45 43 32 32 46 38 36 53 44 43 48 38 46 46 48 62 61 68 976 |
89.7
69.8
5433
62.3
60.0
57.3
52.5
56.1
56.1
55.9
57.1
60.0
45.8
50.0
49.0
69.4
45.5
46.0
47.5
55.4
54.5
63.0
|
Fuentes: AGN, A. Lamas, legajo 2613; AGN
IX-30-4-2; AGN IX 7-9-5. Municipalidad de la Capital. La Administración
Sanitaria y Asistencia Pública de la ciudad de Buenos Aires. Ed. Kraft,
Buenos Aires, 1910.3 |
Fuentes:
1) Blog.monografias.com
2) http://socialesyvirtuales.web.unq.edu.ar
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