Mucho se especuló sobre la participación de Arequipa en la Guerra del Pacífico. De otras regiones acusan a la Ciudad Blanca de no apoyar en nada para evitar que Chile se haga del territorio peruano, sin embargo el descubrimiento del cuerpo de un militar arequipeño en Alto de la Alianza desmiente una vez más todas esas versiones.
El combatiente hasta hace un par de años fue llamado “Felipe”, al no conocerse su verdadera identidad, pero ahora se puede demostrar que es pariente del propio Mario Vargas Llosa.
José Carlos Zacarías Llosa Llosa, tenía 30 años cuando decidió ir al campo de batalla, vivía en la provincia de lslay y hasta llegó a ocupar el cargo de subprefecto.
Junto a otros peruanos y también bolivianos, trataron de frenar el avance chileno en lo que se denominó la batalla de Alto de la Alianza.
No era muy alto, tenía 1.67 metros, delgado y atlético. Fue mestizo con ascendencia europea, tenía barba y el cabello largo. Su cuerpo fue saqueado, no llevaba su sable ni sus cartucheras cuando fue encontrado, ya que le quitaron hasta los botones de su saco, describió la arqueóloga Milena Vega-Centeno. .
En el bolsillo de su chaqueta encontraron un libro de urbanidad y buenas costumbres, que en esos tiempos era indispensable conocer para la gente que habitaba la ciudad. Algo que llamó la atención, era que también, en medio de las hojas del libro que se pudo recuperar, había un dibujo del monitor Huáscar, capturado un año antes, hecho con tinta.
Se incluía en la libreta cuatro inscripciones con el nombre de una mujer: Ángela Morales.
INVESTIGACIONES
Han pasado 138 años de esa sangrienta batalla, en el que murieron cientos de peruanos y bolivianos. En el año 2015, el gobierno de Bolivia pidió el apoyo del Ministerio de Cultura peruano para investigar lo que en ese tiempo fue el campo de batalla del Alto de la Alianza, trabajo que fue iniciado por la Marina de Guerra y la arqueóloga cusqueña.
Con las excavaciones se rescató los cuerpos de dos soldados bolivianos y el de un oficial peruano. Los restos de los extranjeros fueron repatriados y recibidos como héroes de guerra en su país. Vega-Centeno fue condecorada en La Paz por el trabajo desarrollado.
De regreso a Lima, la especialista recibió el encargo de estudiar los restos del oficial peruano y contó con el apoyo incondicional de los bomberos de la compañía Garibaldi Nº 6, de Chorrillos, herederos de aquellos heroicos rescatistas que fueron asesinados por la soldadesca chilena durante el incendio y posterior saqueo del balneario limeño. Allí les prestaron un ambiente especial con temperatura adecuada para conservar el cuerpo y lograr la identidad del soldado desconocido.
Ha tardado mucho tiempo para dar con la identidad del militar, realizando estudios de ADN, así como la reconstrucción del rostro del que en un principio fue llamado "Felipe", además de investigar detalles de su muerte con el análisis de la ropa, fluidos y hasta de las tupas larvarias halladas en el cadáver, entre otros, que la arqueóloga se ha comprometido en profundizar en detalles en una próxima visita a la ciudad.
A pesar del saqueo realizado a sus pertenencias, antes de ser enterrado en el propio campo de batalla, se le encontró prendido en el saco del uniforme, un detente de seda hecho a mano con la imagen del Corazón de Jesús, que todavía mantenía la sangre del soldado.
Por los estudios realizados al cuerpo, el militar habría recibido un disparo en el abdomen, se presume se dio la vuelta para protegerse, pero luego recibió otro tiro que ingresó por la espalda y que le quebró la columna vertebral. Por las evidencias se cree que el tercer disparo fue dado en el denominado “repase” que hicieron los chilenos con los combatientes para asegurarse que nadie quedara con vida, dado que el disparo de fusil a boca de jarro que le dieron, le quebró la mandíbula, le atravesó el cuello y salió por debajo de su axila. Luego tenían la costumbre de sacar todo lo que tuviera algo de valor.
MAUSOLEO
Al igual que en Bolivia, donde sus compatriotas rindieron homenaje a los dos soldados fallecidos y los condecoraron como héroes, en el Perú se hizo lo propio, pero a la vez se solicitó se profundice en la investigación hasta conocer su verdadera identidad, la cual ya ha sido determinada fehacientemente.
Es por ello que el Gobierno Regional ha puesto mucho interés en traer el cuerpo del nuevo héroe arequipeño y para ello se están haciendo las gestiones necesarias. La familia Llosa Llosa tiene un mausoleo en el cementerio general de La Apacheta, el cual va a ser adecuado para albergar dichos restos, coordinaciones que se vienen haciendo con la familia.
Lo ideal dice Julio Flores, funcionario regional, es que el cuerpo sea traído en mayo, fecha en que se realizó la batalla de Alto de la Alianza en el que miles de peruanos combatieron por defender el territorio patrio.
FAMILIAR DE VARGAS LLOSA
En el Libro “Belisario Llosa y Rivero: el primer escritor de la familia Llosa en Arequipa”, del historiador Mario Rommel Arce Espinoza presentado en el año 2014, se puede dar con el personaje de esta historia, nacido en la quinta generación de los Llosa en Arequipa.
Según la genealogía desarrollada de la familia Llosa, el primero en llegar a Arequipa, fue el maestre de campo Juan de la Llosa y Yaguno, ocurrido en el siglo XVIII, por el año de 1700; descendiente del Valle de Trucios del Señorío de Vizcaya en España. Uno de sus hijos fue Josef Nicolás de la Llosa Bracamonte, quien tuvo un hijo llamado Josef Antonio de la Llosa Carbonera y este a su vez otro hijo llamado Mariano Bruno de la Llosa y Zegarra y en una quinta generación, nació José Mariano Llosa Benavides del cual uno de sus hijos llamado Toribio Llosa Benavides se casó con Viviana Llosa Benavides, quien era su sobrina, que resultaron ser los padres de Carlos Llosa Llosa, el ahora héroe arequipeño.
En el caso del escritor Mario Vargas, la descendencia parte desde Bruno de la Llosa Zegarra en la cuarta generación, quien fuera alcalde de Arequipa, cuyo hijo José Mariano Llosa Benavides llegó a ser diputado por Arequipa y Prefecto departamental. Se casó en 1820 con Juana de Dios Benavides Benavente y allí tuvieron 9 hijos, y uno de ellos, Mariano Darío Llosa Benavides se casó con María del Carmen Rivero Tristán, quienes fueron los padres de Belisario Llosa y Rivero, bisabuelo del laureado escritor.
BATALLA
Una vez que los chilenos tomaron control del mar, luego de haber dado muerte al almirante Miguel Grau y capturado el monitor ‘Huáscar’ (en el Combate de Angamos, el 8 de octubre de 1879), los vecinos sureños se lanzaron en pos de la conquista del territorio peruano que ambicionaban. Tomó Tarapacá, en noviembre de 1879, y luego desembarcó sus tropas en Ilo y Pacocha (Moquegua), para después vencer a los aliados peruanos y bolivianos en la Batalla de Los Ángeles, el 22 de marzo de 1880.
Rumbo hacia Tacna, las tropas invasoras, al mando del general Manuel Baquedano, se enfrentaron a los ejércitos aliados del Perú y Bolivia, dirigidos por el general boliviano Narciso Campero, quien fuera recientemente elegido presidente de su país, en la Batalla del Alto de la Alianza, ubicada en la meseta del Intiorko, en la ciudad de Tacna, en acción bélica que se realizó el 26 de mayo de 1880.
Trece mil chilenos con modernas armas y provisiones se enfrentaron a nueve mil soldados aliados con escasas municiones y armas antiguas; pero el valor de peruanos y bolivianos casi los lleva a un heroico triunfo, cuando su viejo armamento frente a una infantería chilena con modernos fusiles, convirtió lo que parecía una victoria en una nueva derrota.
Los heridos peruanos fueron llevados a Tacna, hasta donde llegaron tropas chilenas que los sacaron de hospitales.
Fuente: elpueblo.com.pe
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