Sarmiento dilapido la fortuna de su mujer. Rosas termino su vida como un modesto granjero en Inglaterra. Mitre tenia problemas para obtener préstamos. El juego condujo a San Martín a la bancarrota. Estas son sólo algunas de las historias que cuenta Mariano Otálora, economista experto en finanzas.
¿Cómo fue que Juan Manuel de Rosas, uno de los mejores administradores rurales y el hombre más poderoso de la Argentina en su época, terminó su vida como un modesto granjero en Inglaterra?
¿Por qué Domingo Faustino Sarmiento fue acusado de haber dilapidado la fortuna de su esposa? ¿Qué relación hubo entre la Campaña del Desierto y el súbito enriquecimiento de Julio Argentino Roca? ¿Por qué Bartolomé Mitre tenía tantas dificultades para obtener préstamos de dinero?
Estas son algunas de las preguntas acerca de los grandes próceres que se hace Mariano Otálora -director de la Escuela Argentina de Finanzas Personales- a lo largo de su nuevo libro Los próceres y el dinero, de Editorial Sudamericana, un trabajo de investigación de casi tres años en el que participaron varios historiadores.
Otálora es un economista, experto en finanzas, que ha escrito numerosos libros: Del colchón a la inversión, Inversiones para todos, ¿Qué hacemos con los pesos, Amor… sos la inversión de mi vida. Y recientemente acaba de sacar este libro donde cuenta cómo los héroes de la Patria manejaban sus fianzas. Así, en el subtítulo de Los próceres y el dinero, se lee Inversiones, estafas y despilfarros de los grandes nombres de la patria.
En cada una de estas historias financieras se relata cómo grandes de la historia como Sarmiento, San Martín, Belgrano, Nicolás Avellaneda, Mitre, Roca y Rivadavia, entre otros, utilizaron o no, el poder para aumentar su patrimonio.
-¿Qué descubriste estudiando la economía de próceres como Sarmiento, Belgrano y Roca?
-De todo. Primero que muchos próceres por ahí no merecen el bronce como uno piensa, siempre hablando del punto de vista económico o de si utilizaron su poder o su posición para enriquecerse. Ahí encontrás los buenos y los malos.
-¿Quiénes son los buenos y quiénes los malos?
-Ya te digo que los buenos son personajes que, mientras más los estudiás y te metés, más te enamorás. Hablo de San Martín y Belgrano, que esos son sin dudas los buenos. Después tenés los malos, por decirlo de alguna manera, Rivadavia y Roca, que los podés cuestionar de muchas maneras porque realmente la posición de poder y el crecimiento de su patrimonio fueron de la mano. En cambio, San Martín y Belgrano le dieron la espalda al dinero y no utilizaron su posición para enriquecerse o crecer patrimonialmente.
-¿Cómo manejaba su economía Belgrano?
-Belgrano siempre le dio la espalda al dinero y eso que venía de un padre rico. Imaginate hoy al comerciante número uno en la Argentina, ese era el padre de Belgrano, Domingo Belgrano, pero era un estafador. Le hicieron un juicio, termina preso. Eso a Belgrano lo perturbó durante toda su vida y no utilizó la herencia de su padre. Empezó a trabajar en la función pública más para sobrevivir que para hacer dinero, donaba parte de sus ingresos y muere en la miseria absoluta. Era tan pero tan pobre que al morir no había plata para su lápida. Entonces cortaron un pedazo de madera de un mueble y esa fue la lápida en su tumba".
-En tu libro decís que Rosas terminó como un modesto granjero en Inglaterra. ¿Qué le pasó?
-Rosas era el empresario, el terrateniente número uno. Llegó a tener 300.000 cabezas de ganado. Hizo una fortuna incalculable. ¿Qué pasó? Se tuvo que ir exiliado. Agarró lo poco que tenía, algunos billetes de la época y también se llevó todos sus balances, fue muy inteligente. Pero acá en la Argentina obviamente fue perseguido, no tuvo posibilidad de defenderse y le expropiaron todos sus bienes. Rosas termina pobre, no porque no tuviera patrimonio, sino porque ante un juicio perdió absolutamente todo. Se vendieron todos los bienes. Muere como un pobre granjero inglés que tuvo que vender hasta sus últimas gallinas y sus vacas para comer.
-¿Cómo fue que Roca tuvo un súbito enriquecimiento?
-Roca era una persona muy hábil y con visión para los negocios. Compraba tierras a 2,50 no porque apostara al desarrollo del negocio en el lugar que elegía, sino que le ponía desarrollo a la tierra. Por ejemplo, el ferrocarril. Él era el Presidente y determinaba por dónde iba a pasar el ferrocarril. Entonces compraba terrenos baratos y dos años después pasaba el ferrocarril y esas tierras las vendía, obviamente, muy caras.
-¿Sarmiento dilapidó la fortuna de su mujer?
-Sí. Ese es un dato muy gracioso. Sarmiento siempre fue un emprendedor, un soñador, pero también fue un busca que quiso permanentemente pertenecer a la élite pero que no tenía a veces el dinero que era determinante para participar. Sarmiento pega el salto cuando se casa con la viuda de su mejor amigo, un minero chileno que muere. Sarmiento se casa con Benita Pastoriza que es sanjuanina y a partir de ahí empieza a pegar el salto. El dato curioso es que durante toda su vida su mujer le dijo que él había dilapidado toda su fortuna. Y cuando analizás ves que es cierto, porque Sarmiento era un desastre con el manejo del dinero. Esto está relacionado con que al ser emprendedor y soñador era muy olvidadizo, no sabía dónde tenía la plata ni a quién le debía. Entonces la mujer se lo cuestionó en vida.
-¿Hay algo que reprocharle?
-Un dato negativo que encontré es que llegó a tener hasta cinco sueldos en simultáneo del Estado. Si uno se pone a ver y a analizar en esa época ya estaba mal visto. José Hernández ya decía que Sarmiento era un "hijo caro de la República".
-¿Sarmiento hizo grandes negocios?
-No. Por ejemplo, mandó a comprar una imprenta para poder imprimir sus libros. Vos no le encontrás a Sarmiento grandes negocios pero sí grandes intenciones de hacerlos. No hay dudas de que era un desastre con el dinero. No terminó en la miseria, terminó con un patrimonio modesto. No fue rico pero hasta en el testamento tuvo que explicar que no malgastó la fortuna de su mujer a pesar de que todo indica lo contrario.
-¿Rivadavia inventó la deuda externa?
-Sí. De Rivadavia el dato más negativo que se le conoce es que inaugura la deuda externa en el país y declara el primer default en la Argentina. Yo eso se lo justifico desde el punto de vista económico, porque me parece que esas decisiones estuvieron por encima de él. Tampoco lo podemos cargar a Rivadavia con eso. Pero sí encontré cosas que me llamaron la atención, como que él tenía muchos negociados con la banca inglesa.
-¿Pensaba en la Patria o en su bolsillo?
-Hay un episodio que te muestra cómo para Rivadavia sus negocios estaban por encima de la Patria y de la soberanía, que es lo que más le cuestiono. Por ejemplo, él le había vendido a uno de los ingleses la explotación de una mina de La Rioja. Cuando van a esa provincia los ingleses se encuentran con un gran caudillo, Facundo Quiroga, que les dice que ese papel que les firmó Rivadavia no tiene nada que ver: "Es mía y la estoy explotando yo". En ese momento el país estaba en guerra con Brasil. Rivadavia tuvo que decidir entre continuar la guerra con Brasil, que ya Argentina la venía ganando pero no tenía un mango para seguirla, o declararle la guerra a Quiroga, que lo había dejado mal parado con los ingleses. Eligió negociar mal con Brasil. Y terminamos firmando un documento que no era conveniente para Argentina.
-¿Era bueno para los negocios?
-Rivadavia tenía una visión de negocios pero no era bueno realizándolos. Encontrás que eran más los negocios que perdía o fracasaban que los que realmente le iban bien.
-¿Por qué Mitre tenía dificultades para obtener préstamos?
-Esa es una parte ya en el final de su vida y de su carrera. Ni la misma gente de la redacción del diario La Nación le prestaba plata porque no la devolvía. Los mismos empleados decían "ahí viene Bartolomé Mitre" cuando sabían que les iba a pedir… Era poca plata, como si fueran hoy 50 o 100 pesos, pero sistemáticamente nunca te la devolvía.
-¿Por qué no la devolvía?
-Porque era olvidadizo…. ¡Vaya uno a saber! Pero nadie le prestaba a Bartolomé Mitre porque no devolvía nada. Se olvidaba y no le ibas a decir "me devolvés los 50 0 100 pesos".
-¿Qué tienen todos ellos en común?
-Encontrás que todos invertían más o menos en lo mismo porque no existían las posibilidades que hay hoy. La inversión número uno de todos sin duda era la tierra: medías tu patrimonio en cantidad de tierras. Pero la verdad es que eran muy básicos a la hora de invertir o de administrar su dinero. Lo único que encontré que, mal o bien, hay una vinculación entre su poder y cómo crecieron en su patrimonio. En algunos es lo que me dolió y molestó, pero en otros, en comparación, no fue tanto. Salvo San Martín, Belgrano o Nicolás Avellaneda, en el resto encontrás simpre una vinculación en cómo crecieron patrimonialmente.
-¿Qué podes decir de San Martín?
-Lo acusan de robarse tesoros nacionales cuando estuvo en Perú. Tambien tenia una gran atracción por el juego, lo cual lo llevo a perder todo su dinero.
-¿Cuál fue el prócer más hábil en el manejo del dinero?
–Urquiza fue uno de los empresarios más aventajados de su tiempo, siempre atento a todos los avances tecnológicos y nuevas oportunidades de negocios. A lo largo de su vida fue comerciante, terrateniente, banquero, hasta empresario del transporte, incluidos ferrocarriles y barcos. Fue un emprendedor todo terreno.
Fuente: Infobae.com por Camila Hadad
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