Se trata de una pieza de arcilla que fue estudiada por científicos durante años. Ahora, un grupo de investigadores australianos afirmó que podría tratarse de una sofisticada tabla trigonométrica que los babilonios utilizaron para construir edificios, pirámides y canales
Las inscripciones de la tablilla Plimpton 322 podrían revelar los secretos arquitectónicos del imperio babilónico |
Existen miles de objetos de la antigüedad encontrados por el hombre que hoy desvelan al mundo científico en pos de comprender los que podría ser los ejes claves de cientos de culturas hasta hoy desconocidas. En esta ocasión, se trata de la tablilla conocida como Plimpton 322, la cual se encuentra en el sur del actual Irak hace alrededor de cien años.
Un grupo de investigadores australianos aseguró poder comprender el propósito por el cual se grabaron las sorprendentes, y hasta el momento enigmáticas, inscripciones de su interior. Se estima que sería la clave arquitectónica, basada en modelos matemáticos, del imponente imperio babilónico.
Actualmente, la pieza lleva inscritas cuatro columnas y 15 filas de números en base sexagesimal, en escritura cuneiforme, que demuestran que la trigonometría surgió en Babilonia al menos mil años antes que en Grecia.
Esta pieza sin dudas ha tenido intrigados a los matemáticos durante años ya que, desde un principio, se dieron cuenta que contiene secuencias numéricas conocidas como ternas pitagóricas, grupos de tres números que cumplen la ecuación del conocido Teorema de Pitágoras, que relaciona los catetos con la hipotenusa de un triángulo rectángulo.
"El gran misterio, hasta ahora, era su utilidad. ¿Por qué los antiguos escribas habían acometido la compleja tarea de generar y ordenar esos números en la tablilla?", aseguró mediante un comunicado de la Universidad de Nueva Gales del Sur el investigador Daniel Mansfield.
"Las inscripciones eran una herramienta poderosa que podrían haber sido usadas para definir la topografía de terrenos, o para desarrollar cálculos arquitectónicos en la construcción de palacios, templos y pirámides escalonadas", agregó el especialista.
Las ternas de Plimpton 322 describen las formas de triángulos rectángulos a partir de cálculos trigonométricos basados en proporciones, en lugar de en ángulos y círculos, como es habitual en la tradición griega.
La tablilla babilónica se adelanta más de 1.000 años a la "tabla de cuerdas" del astrónomo y matemático griego Hiparco (190 a.C. – 120 a.C.), con la que lograba relacionar la longitud de los lados y los ángulos de un triángulo.
"Hay una gran cantidad de tablillas babilónicas, pero solo una fracción de ellas se ha estudiado hasta ahora. El mundo de las matemáticas tan solo está despertando ante todo lo que aquella sofisticada cultura nos puede enseñar", concluyó Mansfield.
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