"El general San Martín era de una
estatura más que regular; su color, moreno, tostado por las
intemperies; nariz aguileña, grande y curva; ojos negros grandes y
pestañas largas; su mirada era vivísima; ni un solo momento estaban
quietos aquellos ojos; era una vibración continua la de aquella vista de
águila: recorría cuanto le rodeaba con la velocidad del rayo, y hacía
un rápido examen de las personas, sin que se le escaparan aún los
pormenores más menudos. Este conjunto era armonizado por cierto aire
risueño, que le captaba muchas simpatías. El grueso de su cuerpo era
proporcional a su estatura, y además muy derecho, garboso, de pecho
saliente; tenía cierta estructura que revelaba al hombre robusto, al
soldado de campaña. Su cabeza no era grande, más bien era pequeña, pero
bien formada; sus orejas medianas, redondas y asentadas a la cabeza;
esta figura se descubría por entero por el poco pelo que usaba, negro,
lacio, corto y peinado a la izquierda, como lo llevaban todos los
patriotas de los primeros tiempos de la revolución.
Su trato era fácil, franco y sin afectación. Jamás se le escapaba una palabra descomedida o que pudiese humillar
Su boca era pequeña: sus labios algo acarminados, con una dentadura
blanca y pareja; (…) Lo más pronunciado de su rostro eran unas cejas
arqueadas, renegridas y bien pobladas. (…)
Su voz era entonada,
de un timbre claro y varonil, pero suave y penetrante, y su
pronunciación precisa y cadenciosa. Hablaba muy bien el español y
también el francés (dice Pueyrredón) aunque con un si es no es de
balbuciente. Cuando hablaba, era siempre con atractiva afabilidad, aun
en los casos en que tuviera que revestirse de autoridad. Su trato era
fácil, franco y sin afectación, pero siempre dejándose percibir ese
espíritu de superioridad que ha guiado todas las acciones de su vida.
Tanto en sus conversaciones familiares cuanto en los casos de
corrección, cargo o reconversión a cualquier subalterno suyo, jamás se
le escapaba una palabra descomedida o que pudiese humillar el amor
propio individual; elegía siempre el estilo persuasivo aunque con frases
enérgicas, de lo que resultaba que el oficial salía de su presencia
convencido y satisfecho y con un grado más de afección hacia su persona.
Porque lo llamaban el Tape o Cholo de Yapeyú? Su nariz aguileña, cabeza chica y altura no concuerda con su padres biológicos.Siendo de una familia de pobres recursos quien costeó su educación en España? Físicamente no se parecia a sus hermanos, siendo el el menor. Sus padres no pasaban el 1.55m de altura y Don José pisaba los 1.80m
ResponderEliminarMmmm varios de tus datos son erróneos, me gustaría conocer tus fuente,por ejemplo:con su hermano son prácticamente iguales !!
EliminarQue manera de improvisar Waldo. Usted se agarra de una simple carta escrita por una enajenada mental de la familia Alvear que se quiso apropiar de San Martín para colgarlo de una rama de su árbol genealógico. ¿Que sus padres eran pobres? ¿Que medían 1,55? ¿De donde saca eso? Su padre fue militar y funcionario del imperio.
EliminarTotalmente de acuerdo, ademas ¿si El Libertador era hijo biológico o adoptivo cambia en algo la historia?
EliminarLa leyenda de Rosa Guarú no es más que eso. No importa su sangre, ni importa su origen. Lo que importa de él quedó grabado en la memoria del Pueblo Argentino.
ResponderEliminarAMIGOS alguien me puede decir cuanto media el Gral en internet la informacion es muy difusa, y viendo su cama en Boulogne Sur Mer, parece la de un adolescente de pequeña estatura, Gracias
ResponderEliminar