En otra ocasión he comentado cómo los grandes magnicidios quedan, generalmente, en la duda de quién o quiénes fueron los autores y las razones que llevaron a la muerte del dignatario (Matos, 2011). Esta vez vamos a referirnos a la muerte de Moctezuma II, quien gobernó los destinos de Tenochtitlan entre 1502 y 1520 d.C., deceso que ocurrió en este último año a raíz del asedio de los mexicas a los españoles guarecidos en el palacio de Axayácatl. Dos versiones conocemos del fatal acontecimiento: por un lado, la de cronistas españoles como Hernán Cortés y Bernal Díaz del Castillo, quienes achacan la muerte de Moctezuma a los indígenas, y por el otro, la de cronistas de estirpe indígena como Fernando Alvarado Tezozómoc y Francisco de San Antón Chimalpahin, que, por el contrario, dicen que fue muerto por los españoles.
Empecemos por transcribir lo que nos dice Cortés en su segunda carta de Relación, en donde de manera muy parca se refiere a la muerte del tlatoani mexica:
Y el dicho Muteczuma... dijo que le sacasen a las azoteas de la fortaleza, y que él hablaría a los capitanes de aquella gente, y les haría que cesase la guerra. E yo lo hice sacar, y en llegando a un pretil que salía fuera de la fortaleza, queriendo hablar a la gente que por allí combatía, le dieron una pedrada los suyos en la cabeza, tan grande, que de allí a tres días murió; e yo le fice sacar así muerto a dos indios de los que estaban presos, e a cuestas lo llevaron a la gente, y no sé lo que dél se hicieron... (Cortés, s/f, p. 233).
Leamos ahora cómo relata Díaz del Castillo la muerte del dirigente mexica, poniendo en boca de Moctezuma las siguientes palabras:
“Yo tengo creído que no aprovecharé cosa ninguna para que cese la guerra, porque ya tienen alzado otro señor y se han propuesto no dejaros salir de aquí con vida; y así creo que todos vosotros habéis de morir”.
Montezuma se puso a un pretil de una azotea con muchos de nuestros soldados que le guardaban, y les comenzó a hablar con palabras muy amorosas que dejasen la guerra y que iríamos de México. Muchos principales y capitanes mexicanos bien le conocieron, y luego mandaron que callasen sus gentes y no tirasen varas, piedras ni flechas. Cuatro de ellos se llegaron en parte que Montezuma les podía hablar, y ellos a él, y llorando le dijeron: “¡Oh, señor y nuestro gran señor, y cómo nos pesa de todo vuestro mal y daño y de vuestros hijos y parientes! Hacémoos saber que ya hemos levantado a un pariente vuestro por señor”. Allí le nombró, que se decía Cuitláhuac, señor de Iztapalapa...
Párrafos adelante continúa así:
No bien hubieron acabado el razonamiento, cuando tiran tanta piedra y vara, que los nuestros que lo arrodelaban, como vieron que entretanto que hablaba con ellos nos daban guerra, se descuidaron un momento en rodelarle de presto, y le dieron tres pedradas, una en la cabeza, otra en un brazo y otra en una pierna; y puesto que le rogaban que se curase y comiese y le decían sobre ello buenas palabras, no quiso, antes cuando no nos catamos vinieron a decir que era muerto (Díaz del Castillo, 1943, pp. 15-16).
Vemos concordancia en el relato de los dos cronistas soldados en cuanto al motivo de la muerte del tlatoani y la manera en que ocurrió. Veamos ahora la posición de los cronistas indígenas, si bien hay que aclarar que sus escritos son muy posteriores y quizá parte de la tradición oral. Empecemos con la Relación del origen de los indios que habitan esta Nueva España según sus historias:
...y yendo á buscar al gran Rey Motecuczuma dizen que le hallaron muerto á puñaladas, que le mataron los españoles á él y á los demás principales que tenían consigo la noche que se huyeron, y este fué el desastrado y afrentoso fin de aquel desdichado Rey... (Códice Ramírez, 1980, p. 91).
Alvarado Tezozómoc relata en su Crónica Mexicáyotl:
En el año 2-pedernal, “1520 años”, fue cuando murió el señor Moteuczoma Xocoyotl, rey de Tenochtitlan, hijo de Axayacatzin; reinó diez y nueve años; a los tres los mataron los españoles (Tezozómoc, 1975, p. 149).
Finalmente, acudimos a las Relaciones de Chalco-Amaquemecan de Chimalpahin:
En el mes de Tecuilhuitontli, los españoles dieron muerte al Moteuhcmatzin, haciéndolo estrangular y después de eso huyeron aprovechando las sombras de la noche (Chimalpahin, 1965, p. 236).
A lo anterior habría que sumar pictografías como el Códice Moctezuma, en el que se aprecia al emperador con soga al cuello asomándose por la azotea para calmar los ánimos; frente a él está un personaje muerto con una espada española clavada en el pecho, lo que podría significar la muerte del gobernante (Batalla Ro- sado, 1996).
¿Qué sacamos en conclusión de todo esto? Hay dos datos que considero de la mayor importancia: Bernal Díaz señala que al asomarse Moctezuma le hablaron con gran acatamiento y cesaron de tirar proyectiles, lo que implica el respeto que se le tenía; el otro, cuando acto seguido se le comunica a Moctezuma que había sido depuesto del cargo de tlatoani y se nombra como señor de México a su hermano Cuitláhuac.
Esto último resulta relevante, ya que al perder el poder no era de ya de utilidad para los españoles y la guerra iba a continuar. Por lo tanto, más bien se convertía en una carga que en una ayuda. De ser así, sus horas estarían contadas...
Fuente: Arqueologia Mexicana
No hay comentarios:
Publicar un comentario