Del Náhuatl: escudo, era un objeto defensivo usado por los guerreros de Mesoamérica, la base consistía de componentes hechos de tablillas de madera o caña, fibras de Maguey y de algodón entretejidos. La cara externa era decorada con mosaicos de Jade, plumas y cuerdas de colores. Para los altos rangos recubrimiento de placas de aleaciones de plata y oro con bronce. Del escudo colgaba una cortina de tiras de cuero a su vez decoradas, cuya función era la de proteger las piernas. Para sostener el escudo su cara anterior tenía un par de asas hechas de fibras entretejidas de maguey o henequén cubiertas por cuero de venado.
El Chimalli se categoriza en dos grupos funcionales, el de batalla "Yaochimalli" y el ornamental "Māhuizzohchimalli" el cual era otorgado como premio e insignia a logros en batalla. Los "Amantecas" o artesanos de equipo militar, eran el gremio que se dedicaban a la fabricación del Chimalli.
El Chimalli tenía como la cualidad visual más importante su cara frontal y las tiras que le colgaban. La cara frontal tenía un uso de carácter heráldico, con rostros, figuras legendarias o diseños abstractos con distintos significados. El diseño del escudo ayudaba a identificar al portador en rango, jerarquía social y experiencia en combate.
Los materiales utilizados variaban también a su vez con respecto al nivel del combatiente, donde las versiones más fuertes con aleaciones de bronce con metales preciosos como el oro y plata estaban reservados para altos rangos.
Habían variaciones dependiendo del rango y uso. Uno de los más famosos dentro de la Mitología Mexica era el Tehuehuelli, un Chimalli divino, el cual fue utilizado por Huitzilopochtli junto a la Xiuhcoatl, un arma de fuego divina, para defender a su madre Coatlicue de Coyolxauqui y sus 400 hermanos.
El Otlachimalli consistía de una base de cañas verticales y horizontales las cuales se reforzaban con filamentos trenzados entretejidos con algodón y fibras de maguey.
El Cuauhchimalli era casi igual al Otlachimalli con la diferencia de que el primero consistía de barras verticales y horizontales de madera.
También habían chimallis ceremoniales y ornamentales llamados māhuizzoh chimalli, los cuales casi no tenían capacidades defensivas y eran solo entregados como insignias por los gobernantes en mérito combativo. Los chimallis que sobreviven en la actualidad son solo de esta variante y no hay especímenes de la variedad militar (Yaochimalli), reforzados y completamente funcionales, documentados.
Foto: Única pieza original de "Chimalli" mexica que se conserva en México, la cual se resguarda el Museo Nacional de Historia.
Fuente: Planet of Aztecz
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