Vienen a bordo del vapor "Villarino", después de haber zarpado del Puerto de Montevideo, escala previa de su viaje originado en Boulogne Sur-Mer.
Por el calado del barco, no puede llegar a puerto. Para eso es trasladado el sarcófago a un pequeño lanchón llamado "Talita".
Los restos son recibidos por Domingo Faustino Sarmiento, que efectúa un memorable discurso. Es colocado en una cureña, tirada por varios caballos negros, enjaezados con crespones negros.
Ya llegado al lugar de su descanso eterno, se hace presente el Presidente Nicolás Avellaneda, artífice del retorno de los restos del Cóndor de los Andes.
Y allí realiza una de las más bellas obras de oratoria jamás dichas.
Éste es un fragmento de su discurso:
"La América mostrará entre sus monumentos el sepulcro del primero de sus soldados. La República Argentina guardará los despojos del más glorioso de sus hijos. Seis naciones viven independientes dentro de las líneas trazadas por la espada del Gran Capitán....
...Pueblos de América escuchadme: no olvidéis el consejo del Libertador y cuando encontréis su estatua ecuestre en las márgenes del Plata, en los llanos de Maipú o a orillas del Rimac, leed siempre las eternas palabras escritas en su base: "la presencia de un militar afortunado es temible en los Estados que se constituyen de nuevo" para que convirtáis jamás una espada en cetro. La espada brilla con luz tan soberana durante los combates, obedece en la vida civil y no manda...
...Guerreros de mi patria. Conciudadanos, inclinémosnos sobre estos sagrados restos y oiremos que suena nuevamente en las alturas la voz que dijo: «El General San Martín no derramará la sangre de sus compatriotas y solo desnudará la espada contra los enemigos de la independencia sudamericana»".
Mausoleo del Brigadier General José Francisco de San Martín y Matorras en la Catedral Metropolitana de la Ciudad de Buenos Aires... el Argentino más Grande de la Historia...
Fuente: Granaderos Bicentenario
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