Fue una de las figuras secundarias en la epopeya de liberación sudamericana, pero sin dudas, ocupó un lugar insustituible como apoyo al proceso emancipador.
Dn. Toribio de Luzuriaga |
Nacido en Huaraz, en el Virreinato del Perú, desde muy joven ocupó cargos administrativos en diversos lugares del continente. Así lo vio trabajando Santiago de Chile, y posteriormente Buenos Aires, donde lo sorprenden las Invasiones Inglesas, y por su destacada participación rechazando al inglés se lo eleva al rango de Capitán del Cuerpo de Voluntarios de la Unión.
Parte en 1811 con el Ejército del Norte, y se halla presente en el triunfo de "Suipacha", primera batalla ganada por los revolucionarios de Buenos Aires.
Realiza diversos trabajos administrativos de importancia, hasta 1816 en que reemplaza a San Martín en la Gobernación de Cuyo, donde aporta valiosos esfuerzos en la conformación del Ejército de los Andes.
En 1820 renuncia a su gobernación y pasa a Chile, y allí colabora estrechamente con San Martín en la realización de la Expedición Libertadora al Perú, y es el responsable del desembarco patriota en Paracas.
Ocupó varios puestos en el Perú, pero ciertas desavenencias con Simón Bolívar lo hacen regresar a Argentina.
Se instala en la zona de Pergamino, Provincia de Buenos Aires, en donde realiza tareas de hacendado.
Llega así el 1ro. de mayo de 1842. Graves problemas económicos lo habían dejado en la ruina. Malas cosechas a causa de una grave sequía empeoran la situación. Tanto es así que se había visto obligado a vender las condecoraciones conseguidas durante la Guerra de Independencia para subsistir. Amargado, olvidado por todos, defraudado por viejos amigos, sumergido en una triste pobreza, se vistió con su glorioso uniforme de Gran Mariscal del Perú.... y se voló la cabeza de un disparo...
Tenía 60 años.
Fuente: Granaderos Bicentenario
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