Con motivo del Bicentenario de la Independencia Argentina a celebrarse el próximo 9 de julio, transcribimos algunas de las actas del Histórico Congreso de Tucumán.
Congreso de Tucumán. Sesión del 17 de abril de 1816
SUMARIO - Lectura de varios oficios.-- Se aprueban los poderes de los Diputados electos por la capital de Chichas.- Se acordó prevenir al General Rondeau que comunicase directamente al Congreso los sucesos importantes.
Se abrieron cuatro pliegos dirigidos al Soberano Congreso. El primero, del Gobernador de Córdoba, en que comunica los últimos acontecimientos ocurridos en Santa-Fe por los informes exactos de persona que comisionó al efecto, los que renovaron el dolor de este Cuerpo Soberano, á quien animan sentimientos de paz, unión y fraternidad. El segundo, del Presbítero D. José Andrés Pacheco de Melo en que avisa haber sido nombrado Diputado por la Villa de Tupiza, Capital de Chichas, igualmente que el Coronel Mayor de los Ejércitos de la Patria D. Juan José Fernández Campero, conforme al acta de la Junta Electoral celebrada á este efecto el 17 del pasado Octubre, que acompaña original. Se reconoció y examinó escrupulosamente, y se halló suficiente para la incorporación de ambos señores Diputados. El tercero, del Coronel Graduado D. Martin Güemes, Gobernador de Salta, en que da parte hallase ya expensados y prevenidos ponerse en marcha los Diputados electos por aquella ciudad, cuyo arribo á esta de Tucumán é incorporación en el ceno del Congreso, esperaba únicamente para prestar y solemnizar el reconocimiento del homenaje á esta autoridad soberana. El cuarto, del General Rondeau, fechado en 6 de Abril en su cuartel general en Salta, contestando á uno que se le remitió, ejecutándolo al juramento de obediencia de él y sus tropas al Soberano Congreso, en que se escusa de no haberlo efectuado, dando por la causa haber marchado la mayor parte de las tropas á la Quebrada del interior, donde luego que llegasen solemnizaría el reconocimiento con todas formalidades de honor y respeto, debidas á la representación de la Soberanía Nacional.
Luego se acordó por moción que hizo al efecto el señor Diputado Pueyrredon, que se previniese á este General del Ejército, que todas las ocurrencias notables de sucesos prósperos ó de los pueblos del interior , dignas de elevarse al conocimiento del Soberano Congreso, se las comunicase directamente, sin perjuicio de igual directa comunicación al Poder Ejecutivo; no siendo de aquellas que el General debe reservar en el plan secreto de sus combinaciones por la importancia con que debe prepararlas la reserva.
Congreso de Tucumán. Sesión del 19 de abril de 1816
SUMARIO - No se hace llegar á la solicitud del Alcalde y vecinos de Trancas, para que se tenga por bastante el poder del elector antes nombrado.- El Diputado Serrano hace moción para crear un impuesto con que hacer frente á las necesidades urgentes. - Sesión secreta.
Se leyó un pliego suscrito por el Alcalde Pedáneo, Cura, y algunos vecinos del Partido de Trancas, que rehusaban la reunión de los habitantes de la campaña para el nuevo nombramiento de elector que se había ordenado por el Soberano Congreso para nombrar Diputados propietarios por esta capital de Tucumán, exponiendo imaginados inconvenientes en las reuniones continuas, y suplicando se tuviese por bastante el poder que hayan conferido antes al último elector nombrado para elegir suplentes. Se declaró no haber lugar á la solicitud, y se acordó que el Gobernador de la Provincia hiciera entender á los suplicantes el sumo desagrado con que había sido mirada su extemporánea representación y que se llevase á debido efecto la resolución del Soberano Congreso en la materia.
Tomó luego la voz el señor Diputado Presidente é hizo presente al Soberano Congreso estar evacuadas ya las instrucciones que habían de regir al Diputado Corro en su misión á Santa-Fe, reducidas a puntos generales. Pero que para hacerse efectivo este viaje, que instaba en fuerza de las críticas circunstancias que habían ejecutado á tomar esta medida, tropezaba en el terrible obstáculo de no hallar absolutamente un recurso para proporcionarle un viático capaz de sostenerlo en su marcha, y en el punto de su destino con el decoro que corresponde al alto carácter que investía.
Aquí pidió la palabra el ciudadano Serrano, Diputado por la ciudad de la Plata y con la dignidad que pide la materia se produjo en los términos siguientes: que había llegado y se presentaba la ocasión mas oportunas d imponer a los pueblos todos una contribución, cuyos productos facilitasen la ejecución de grandes medidas, que urgían en las circunstancias: que el cúmulo de desgracias que habíamos sentido anteriormente en las jornadas del interior reconocían por uno de sus principios un desolante languor y una falta de rapidez, que han desvanecido las desventajas que en otro caso hubieran sido indudables: que esta era la causa de que en los contrastes pasado hubiésemos necesitado el transcurso de años enteros para poder restablecernos, al paso que el enemigo recuperaba en pocos meses el territorio que perdía: que nunca mas que al presente se necesitaba esta rapidez: que los pueblos del interior a pesar de las espantosas desolación de las guerras, obran con un heroísmos constante y conforme al que han manifestado en todas ocasiones en obsequio del sistema: que sus esfuerzos detenían al enemigo en medio de sus carrera y poniendo á estos pueblos en actitud de repararse, los libraban con sus sangre de su ocupación y ruina; pero que su constancia, su bravura y sacrificios serían reducidos a un doloroso estado de nulidad, igualmente lamentable a todos los puntos del territorio, si en el momento no se les daba un apoyo sólido, un auxilio inmediato y poderoso, que obrando en consonancia con ellos, mejorase la situación de todos: que había gente, armas , municiones y todo lo preciso a excepción solo de numerario: que él no podía creer que un impuesto dirigido a conseguirlo para objetos tan sagrados y de tanta trascendencia, fue recibido con el desagrado por los pueblos de esta provincias, pues ellas tenían a la vista las innumerables exacciones que sin intermisión sufren las del interior, tanto de los ejércitos nuestros, cuando de los enemigos que saquean y aniquilan los fondos públicos y privados, venganza del inalterable amor a la libertad, que forma la divisa de sus habitantes. Concluyó luego recomendado muy particularmente al Soberano Congreso la consideración de tan importante objeto, que promovía así por el bien común, como en desempeño de sus obligaciones a las provincias del interior, a quienes y especialmente a su pueblo comitente, quería que constasen los esfuerzos que hacía para su pronto auxilio.
Fue apoyada la moción por muchos señores Diputados, en especial por los señores Malavia y Rivera, y precediendo varias pequeñas discusiones, pidió sesión secreta el ciudadano Serrano, dirigida a promover el mismo objeto y se mandó despejar la barra.
Pueblos de la Unión: vuestros representantes reunidos en Congreso para hacer vuestra anhelada felicidad, y cada uno separadamente, pueden aseguraros con datos convincentes é irreprochables, que nada les son más aflictivos y dolorosos que tocar aún no se goza. No se les oculta que los nombres, pecho, contribución , impuesto, ennegrecen ya las páginas del gran libro del destino, en que está escrita vuestra futura suerte, y se sienten impulsados á graduarla de vacilante é incierta, cuando la ven dependiente de los escasos restos destinados para vuestra subsistencia. Pero ellos apelan al tribunal severo de vuestro juicio. Comprometidos ya por una ordenada sucesión de actos que han dado al público vuestras más recónditas intenciones; reducidos al estrecho cuadro que os han formado la necesidad. la obligación, la conveniencia y, l justicia; animados de los nobles sentimientos que inspira el deber de recobrar vuestros natos derechos , ultrajados por el orgullo de vuestros antiguos amos, menoscabados por su codicia y reducidos á nada por su potente injusta dominación; expuestos al furor de sus venganzas, si se sobreponen á vuestros valientes y reiterados esfuerzos; acometidos con tenacidad por unos enemigos tantos mas irreconocibles, cuanto se suponen heridos en lo más vivo de su ambición y poder, y en quienes se ha hecho naturaleza la costumbre de humillaros; amagados en fin por todas partes y burlados por un rival que se alimenta de vuestras desgracias y de la esperanza de doblaros las cadenas: en este estado, pues, en que sufís te lleno todos los azares de una suerte adversa, ¿Deberéis abandonaros á la casualidad, á lo que dé si el tiempo, ó á la imaginada deferencia de vuestros opresores? ¿Será justo rehusar los últimos sacrificios, cuando mil veces habéis jurado en el secreto de vuestros pechos no poner otro termino á esta justa contienda que el de vencer ó morir? Resueltos á rendir la vida en obsequio de la mas santa y justa de las causas, podréis negaros á ser víctimas de la indigencia propia, abriendo así los canales que lleven la abundancia al campo de vuestros defensores? ¿Veríais con una fría indiferencia desplomarse este edificio político, construido en parte por l valor y sostenido por una justa equidad? No. Vuestros Representante os hacen justicia. Ni por un momento han dado lugar en su imaginación á la amarga idea que pudiera inspirarle un errado concepto de vuestros sentimientos. Están penetrados en su rectitud y de la generosidad de vuestras intenciones. Se lisonjean que una erogación libre y espontánea, prevendrá quizá de vuestra parte la necesidad de un impuesto forzoso y que nada os será mas complaciente que el lisonjero placer de mendigar el sustentos de vuestros propios hermanos, ante que sujetaros á la degradante humillación de recibirlo de vuestros enemigos, empapado sino en vuestra sangre, á lo menos en vuestras lágrimas. La libertad, la sagrada libertad, se compra á todo precio. Se ha hecho hasta aquí por conseguirla el generoso sacrificio de tantas vidas: ¿podrá seros tan agrio el de los intereses? Nosotros (decían en cierta ocasión los valientes americanos del Norte reunidos en Congreso y dispuestos á resistir á todo trance al poder británico). Nosotros hemos calculado los costos, y nada encontramos tan terrible como una voluntaria esclavitud. Estamos en el caso: Perezca el que posponga el honor y convivencia de ser libre á una vil y efímera fortuna, si es que alguna puede disfrutarse bajo el yugo de una esclavitud vergonzosa. Aquí viene bien la fábula del lobo, y el perro del célebre Samaniego, que debía grabarse en la memoria de todo americano.
Congreso de Tucumán. Sesión del 20 de Abril de 1816
SUMARIO - Se aprueban las elecciones de dos Diputados por Santiago del Estero .- Se resuelve girar un libramiento á favor de D. Ambrosio Colombres.- Se encarga al Comisionado Corro gestione ante la Provincia de Paraguay el envió de representantes al Congreso. - Se ordena al Gobernador de Córdoba levante un empréstito forzoso entre los comerciantes europeos.
Se leyó por el Secretario Dr. Passo, la comunicación del Ayuntamiento de Santiago del Estero, que contiene el aviso instruido de la nominación de Diputado por aquella ciudad á este Soberano Congreso, que recayó en las personas de los señores D. Pedro Francisco de Uriarte, Cura de la doctrina de Loreto y el ministro d. Pedro Díaz de Gallo. fueron leídos y examinados los poderes y actas de su elección; fue declarado legítimo su nombramiento y ordenado en la sesión siguiente, fue recibidos en el seno del Congreso; previniéndose al pueblo comitente, que haciéndoles la correspondiente asignación de dietas, busque y calcule los arbitrios necesarios para prevenir á ellas.
En seguida se leyó del Gobernador de esta Provincia, en que se solicita se gire por el Congreso los libramientos correspondientes de la cantidad de 3.000 pesos á favor de D. Ambrosio Colombres, que los ha entregado al Comandante del Batallón número 10. En cuyo particular se resolvió que girándose libramiento por el mismo Gobernador con las calidades prevenidas en la sesión del 10 del presente, se dé aviso al Director del Estado y Gobernador de la Provincia para su cumplimiento y seguridad del prestamista.
Con motivo de haberse leído las instrucciones que deben regir al ciudadano Corro en su misión á Santa- Fe, las que fueron aprobadas por el Soberano Congreso en todas sus partes, hizo presente el Diputado P. Rodríguez la necesidad é importancia de invitar eficazmente á la Provincia del Paraguay á concurrir en Congreso por medio de sus Representantes; é hizo moción para que el mismo señor Corro destinado en comisión á Santa-Fe pase á la citada Provincia del Paraguay á practicar este delicado encargo; y apoyada suficientemente después de una profunda y reflexionada discusión, resultó á pluralidad de votos , que el mismo Diputado Corro pase á la Provincia del Paraguay con el expresado fin de invitarla al envío de Diputados que la representen en este Soberano Cuerpo.
Con esta ocasión hizo moción el ciudadano Pueyrredon para que se exigiese para las ocurrencias y gastos necesarios cantidad de dinero en cantidad de préstamo á los comerciantes europeos de la ciudad de Córdoba, menos gravados de erogaciones forzosas. El Soberano Congreso persuadido de la necesidad de formar un fondo para ocurrir á las urgencias del Estado y desempeñar otras atenciones de bulto, que sin este auxilio quedan paralizadas, adoptó desde luego la medida ; y después de discutida la materia acerca de la cantidad que debería exigirse, se resolvió á pluralidad de votos que se pasase oficio al Gobernador de Córdoba para que exigiese de los comerciantes europeos de aquella ciudad y su campaña, la cantidad de 40.000 ps., con la condición precisa de reintegro en mejorando las circunstancias, y después de un año de restablecida la paz general del país. Y en caso d no poderse verificar este pago por la estrecha situación dl Erario, hacerles efectivo desde entonces el de los intereses correspondientes. Las notorias indigencias del Estado demandan imperiosamente esta medida, que debe ser dolorosa á aquellos vecinos, cuyos intereses ataca inmediatamente. Vale que recae en unos hombres que miran con una delincuente indiferencia, y aún con el placer nuestras desgracias, y que están dispuestos á sacrificarlo todo y sacrificarse ellos mismos, si se trata de promoverlas. Verdad es, que visto á buena luz este desfalco de sus haberes, refluye en sus descendientes, que por americanos son acreedores á otras consideraciones. Pero quiere la mala suerte, que desnaturalizados algunos, y esclavos del capricho de sus padres, se hacen justamente partícipes de sus mismos gravámenes, y pagan unos y otros, á su pesar, el tributo debido al país donde respiran. Lo último que desampara l hombre es la esperanza. Puede que la que les queda de reembolsar su tesoro, los ejecute á desear siquiera el plazo en que está decretado su reintegro.
Posteriormente hizo moción el ciudadano Bulnes, Diputado de la ciudad de Córdoba, para que en favor de las cajas de aquella capital se destinase alguna parte de la cantidad que con calidad de empréstito exhibiesen los europeos comerciantes, por hallarse aquellas enteramente exhaustas y en total ineptitud para ocurrir á los precisos gastos que demandan las urgencias y justa la moción, en la materia.
Fuente:
Fundación Bicentenario (Extraído del libro de Sesiones del Congreso de Tucumán. Tomo I)
No hay comentarios:
Publicar un comentario