La investigadora argentina Martina Iñíguez subió un video a YouTube
donde refuta la tesis francesa del nacimiento de Carlos Gardel.
A través de la documentación hallada en los últimos años, se ha probado
la falsedad de la biografía francesa atribuida al cantor Carlos Gardel.
Ninguno de los sostenedores del Gardel francés ha podido, hasta el momento, trazar una biografía francesa fidedigna que no colisione con la documentación existente.
Los invitamos a intentarlo.
Cuando
se pretende afirmar el francesismo de Gardel, se recurre
permanentemente a un irregular “testamento ológrafo”, apoyado en un acta
de nacimiento de un hijo de Berta Gardes que nunca supo cantar, nacido
en Toulouse, que se contrapone a lo que el cantor siempre declaró en su
documentación oficial jurídicamente perfecta: ser uruguayo, nacido en
Tacuarembó e hijo de padres fallecidos, pero sin explicar jamás a qué se
debieron la cantidad de falsedades difundidas para intentar sostener
una biografía de Gardel más falsa aún: la del “Gardel francés” o
“historia oficial”.
Falsarios y difamadores ampliamente
conocidos recurren a “chicanas judiciales” que jamás probaron nada más
que su ineficacia y falta de credibilidad, o hacen risibles intentos de
hacer creer que la historia la determinan supuestas posiciones o
conductas oficiales imaginarias, para distraer del hecho real:
Jamás
se explicó por qué razón se aceptan las incongruencias de la “historia
oficial” y la validez de un engendro fraudulento, movilizado por la
avidez de poseer una herencia que de algún modo hubieran podido merecer
Berta Gardes y los esposos Muñiz, pero que tuvo por finalidad que los
bienes de Gardel quedaran bajo la administración y propiedad final del
factótum de la operación: Armando Defino.
Los DOCUMENTOS
acumulados desde el nacimiento de los progenitores de Gardel hasta la
fecha, hablan con la fuerza de su terca elocuencia. Paradojalmente,
muchos trabajos que prueban la falsedad fueron elaborados por quienes
consciente o inconscientemente, por interés o sin él, por comercialismo,
frivolidad, chauvinismo, necedad o simple ignorancia, incidieron para
tergiversar la biografía gardeliana.
Son tantas las pruebas de la orientalidad de Gardel como las de las falacias de su presunto y absurdo francesismo.
Hoy, con el rigor de la documentación escrita, con una avalancha de pruebas irrefutables e indestructibles:
Publicaciones
de la época, registros de CEMLA, planillas de censos, actas de
nacimiento, matrimonio y defunción de los personajes involucrados en la
vida de Carlos Gardel (Familias Escayola y Gardes, Anaïs Beaux,
Fortunato Muñiz, Odalie y Esteban Capot, Romualdo López, Paul Lasserre,
etc., fotografías correctamente datadas a través de la trayectoria de
los estudios fotográficos, planos escolares que prueban el lugar exacto
en que fue fotografiado Carlitos escolar cursando primer grado “C” en
una escuela de Montevideo, trayectoria escolar documentada que demuestra
que esa fotografía no correspondió a ninguna de las escuelas a las que
asistió el suplantado Charles Romuald Gardes), la mentira ha sido
desenmascarada, la verdad resplandece y América Latina recupera la
totalidad de la identidad de este incomparable cantor nacido en la
segunda sección judicial de Tacuarembó, que alcanzaría su esplendor en
una ciudad como Buenos Aires, considerada en su época como “La Reina del
Plata”.
El destino lo llevó a morir en Colombia, como si un mágico
conjuro hubiera querido mantenerlo en las entrañas del continente que lo
vio nacer.
El documento que existe y dice que nació en Tacuarembó, URU, fue explicado por el mismo Gardel. "Al entrar en guerra Francia, Carlos Gardel declaró: "Temí ser considerado desertor, razón por la cual conseguí una partida de nacimiento del Uruguay".
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