14 años iba a cumplir la llegada del
invasor extranjero a nuestro wallmapu, desde los primeros contactos
reinaba en nuestro pueblo el desconcierto y el miedo pero principalmente
el desconocimiento de este nuevo enemigo, sin duda que antes pudieron
existir confrontaciones con otros pueblos, pero a poco andar nuestros
principales longko comprendieron que este nuevo enemigo, no venía solo
para quedarse, sino a esclavizar y exterminar de una forma nunca antes
vista.
Pese a esta convicción, hasta ese
momento los intentos por hacer frente al poderoso y moderno ejercito
español habían sido vanos, cundía en las filas del ejército mapuche
miedos y mitos sobre estos soldados lo que impedía hacer frente de
manera correcta en los combates. Debido a esto, corrido el año 1553,
Pedro de Valdivia gobernador español lograba con relativa facilidad
instaurar su estrategia de fuertes y vías de comunicación, llegando
hasta lo que hoy es Angol.
Unos diez años antes el ejército español
había capturado a un adolescente mapuche. Y Valdivia lo hizo su paje.
Su nombre, Levtraro [Lautaro], hijo de Currillanka, Longko de Lavapie.
Sobre las vivencias de Levtraro durante su cautiverio con los españoles
no se conoce mucho pero se puede inferir que al convivir con ellos
comprendió que eran débiles igual que todo hombre, comprendió la
utilización del caballo y principalmente su dinámica militar, forma de
vida y puntos débiles.
Un par de años después Levtraro escapó,
llevando consigo armas, caballos y regreso con su gente. No se conoce
como logró ascender al mando del ejército, que en ese entonces era
comandado por Kallfullikan Toki de Pilmaiken. Las condiciones para
ascender en el ejército reche no eran fáciles y requería tiempo y apoyo
de los diversos butalmapus. Entendemos que bajo las condiciones de la
guerra en la época el ejército mapuche estaba más concentrado y el mando
más centralizado lo que debe haber facilitado a Levtraro, demostrar su
conocimientos y convencer a las autoridades mapuche de sus ideas
revolucionarias.
En breves palabras Levtraro introdujo un
cambio radical en el ejército, lo ordenó en escuadras y divisiones,
cada una con un mando, fomentó el orden y la disciplina, creó nuevos
tipos de armas acordes al enemigo y organizó divisiones especiales como
los “laceadores” columna de weychafes especializados en derribar jinetes
españoles. Introdujo en los mandos la “economía de fuerzas”, la idea de
el repliegue estratégico, creó un servicio de inteligencia y espías
esparcidos por todo el territorio que recolectaban información. Hizo
entender a los Weychafe que era importante prolongar el combate mediante
embates de distintas divisiones una tras otra, ya que el peso de las
armaduras contribuía al cansancio de las tropas enemigas. Las
estrategias de levtraro son hoy estudiadas en las mejores academias
militares del mundo.
Llegado el año 1553 y el ejército
mapuche había alcanzado su máximo nivel. Mediante el servicio de
inteligencia Levtraro se enteró que Valdivia marcharía hacia el sur a
mediados de diciembre y comprendió que era el momento indicado.
A fines de noviembre el ejército mapuche
aniquiló completamente el fuerte de Tucapel y cortó todas las
comunicaciones del fuerte de Purén, de modo que Valdivia partió a
Tucapel en total desconocimiento de estos hechos, con la intención de
reunirse allí con Gomez de Almagro que supuestamente venía de Purén, el
día de Navidad.
La marcha del ejército español fue
monitoreada en todo el camino por el servicio de inteligencia del
ejercito mapuche quienes lo dejaron marchar sin problemas. Extrañado por
la calma que reinaba en su viaje Valdivia arriba al fuerte de Tucapel
el 25 de diciembre de 1553 dándose cuenta con estupor que estaba
completamente destruido. En momentos que se disponía armar su campamento
es sorprendido por la primera división del ejército mapuche; con
dificultad los españoles repelen el ataque y los weychafe se retiran.
Cuando Valdivia ya saboreaba la victoria
una nueva división del ejército mapuche cae sobre ellos, esta situación
ocurre una y otra vez.
Desde una colina Levtraro observaba la
situación, al toque de Kull-Kull el ejército mapuche se retira dejando
libre la retirada a los españoles; en ese momento aparece Levtraro y
corta la retirada a Valdivia quien es capturada y hecho prisionero de
guerra.
JUICIO Y EJECUCIÓN DE VALDIVIA
Existen muchas versiones sobre la muerte
del conquistador español, muchas rayadas en lo mitológico y otras que
apelan a un salvajismo y al típico prejuicio.
La realidad es que Pedro de Valdivia
originario de la región de Extremadura, España, fue capturado por orden
del Toki General Levtraro; fue tratado en todo momento como prisionero
de guerra y conducido a un sitio determinado donde según el Ad Mapu (ley
mapuche) fue sometido a un consejo de guerra y a un juicio donde en
virtud de su responsabilidad sobre los asesinatos masivos de mapuche,
esclavitud en lavaderos de oro, crímenes de guerra, invasión y ocupación
del territorio fue condenado a ser ejecutado y fue decapitado. Como
dato, el cráneo del conquistador español fue devuelto medio siglo
después al ejercito español por el Toki Pelantaru en unas paces firmadas
con la corona española, como signo de paz.
Luego de estos hechos el ejército reche
comandado por el Toki General del ejército mapuche arrasó completamente
con todas las ciudades españolas hasta la zona del Maule, Levtraro
planteó que al invasor no solo debía hacerlo retroceder, sino que era
necesario destruirlo completamente.
Con este precedente comienza la
centenaria guerra de liberación desarrollada por el pueblo mapuche para
defender su vida y su libertad, guerra de liberación que hasta hoy
continua y que corresponde a los weychafe de este tiempo continuar con
la tarea y el ejemplo imborrable que nos dejara nuestro peñi/lamien Toki
Levtraro.
Continuemos siempre ejercitando nuestra
memoria, respetando y honrando el ejemplo, el esfuerzo, el trabajo y la
inteligencia de estos guerreros que nos dejaron un ejemplo de dignidad y
valentía que nos acompañara siempre en nuestra existencia como Nación.
Rendimos un homenaje a nuestro ejército mapuche que supo poner en lo más
alto la bandera de nuestra nación la Wuñellfe, nuestra verdadera
bandera que es nuestro deber también llevar siempre adelante, hasta
izarla en el ultimo fundo, en el ultimo predio forestal, en el último
edificio winka que quede en nuestro territorio liberado.
Fuente: elciudadano.cl
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