![]() |
Teniente General Eustoquio |
Sin embargo fue uno de los Grandes Próceres que dio la Patria.
No nos equivocamos si decimos que fue un HOMBRE de principios verdaderamente Sanmartinianos.
Bueno, no podría ser de otra manera. Fue un Granadero de San Martín...
Con quince años, ingresó al Regimiento de Granaderos a Caballo en 1816, en Mendoza
No hizo el Cruce, pero sí participó de la Campaña del Sur de Chile. En 1821 partió al Perù con la Expedición Libertadora.
Hizo casi toda la Campaña del Perú bajo las òrdenes del Sargento Mayor Juan Galo de Lavalle.
Estuvo en "Nasca", "Cerro de Pasco" y "Callao".
Fue uno de los 96 Granaderos a Caballo que vencieron a más de 400 realistas en la elegante osadía de "Riobamba".
Las cumbres del "Pichincha" también lo conocieron.
Estuvo en "Junín", siendo uno de los 120 elegidos que se bañaron de Gloria ese día de agosto de 1824.
A las órdenes de Alejo Bruix, fue una de las ochenta lanzas que
brillaron bajo el violento sol peruano de un lejano 9 de diciembre de
1824, en un lugar llamado "Ayacucho". Era uno de los últimos ochenta
Granaderos sobrevivientes de toda la Gesta Libertadora que pelearon en
aquella Batalla épica, la última de la Guerra de Independencia
Americana. Su sangre regó aquel suelo sagrado, manada de una herida en
el muslo.
Vuelto al país, siendo el Portaestandarte del Regimiento
de Granaderos a Caballo, partió a la Guerra contra el Brasil. Se batió
con bravura en "Ombú" bajo las órdenes del inmortal Olavarría.
Héroe en "Ituzaingó", en donde ganó sus galones de Capitán.
Era lavallista, y cuando Lavalle se alzó en contra de Dorrego, unió su espada a la del "León de Riobamba".
A fines de 1830, ya derrotado Lavalle, y cuando se estaba organizando
la campaña contra la Liga del Interior, fue convocado para la misma.
Pero escribió al gobernador Rosas, pidiéndole su pase a retiro, ya que:
"...pertenezco al partido contrario al de V.E. y mis sentimientos tal
vez me obliguen a traicionarle, y para no dar un paso que me desagrada,
suplico a V.E. se digne concederme el retiro...."
Siguió luchando con distinta suerte en el bando Unitario.
El 1852, se unió al Ejército Grande de Urquiza, y su espada desenvainó en Caseros.
También estuvo presente en "Pavón".
Cuando llegó la Guerra de la Triple Alianza, volvió a ofrecer sus servicios, pero no fue aceptado a causa de su avanzada edad.
Murió de casi 90 años, en 1891, en la Ciudad de Buenos Aires.
Ya viejito, su generosa memoria sirvió a Mitre para ilustrar la Campaña
Libertadora. Sus recuerdos sirvieron para construir la Historia de la
Independencia Americana.
Ya en el final de sus años, una vez le
preguntó el Presidente Carlos Pellegrini si conservaba alguna de sus
espadas usadas en las campañas de la libertad, y él le contestó con voz
pausada:
"No, aunque he cuidado mucho mis armas, porque la Patria
era pobre y yo también. El sable que me regaló Necochea en Mendoza, lo
rompí en Junín. Ya estaba algo sentido...."
Era Salteño, nacido en Cachi, en 1801.
Sus venerables reliquias duermen el sueño de los justos en la Catedral de Salta, en el Panteón de las Glorias del Norte.
¿Su nombre? Teniente General Eustoquio Frías, Granadero de San Martín.
Aquí una imagen del Prócer. En ella se pueden ver sus ojos azules, muy
azules, los cuales en sus retinas aún conservan las imagenes de tanta
gloria.
Y un detalle especial. Su oreja. De ella pende un aro. Ese
pedazo de metal tenía un sentido de pertenencia del cual muy pocos
pudieron disfrutar. Ese aro lo señalaba como Granadero a Caballo. Sí,
aunque no lo crean, los Granaderos a Caballo usaban aros. Pero no eran
aros removibles, sino que una vez puestos no podían sacarse más.
Primero, su presencia servía para identificar a los soldados que
revistaban en el Regimiento. Y segundo, su ausencia -y por ende el
agujero en la oreja vacío- delataba al desertor...
Nota: Su nombre ostenta la Sección Montada de la "Asociación de Granaderos Reservistas de la República Argentina"
No hay comentarios:
Publicar un comentario