Don Clemente Mariano de Zavaleta, nació en San Miguel de Tucumán hacia
1762, era hijo de don José Prudencio Zavaleta, bautizado el 28-4-1718, en Anguiozar, provincia de Guipúzcoa y doña María
Agustina de Indá y Tirado, cursó sus primeros estudios en su ciudad natal y
luego en Buenos Aires.
Al regresar al Tucumán se desempeñó como comerciante y estanciero,
además de ocupar cargos públicos de relevancia
Se casó en la Matriz de Tucumán 3-4-1789 con doña Dolores Ruiz de
Huidobro Aráoz, con la que tuvo numerosa descendencia que se prolonga hasta
nuestros días
En referencia a su actuación pública podemos decir que el Cabildo el
1-1-1792 lo nombre defensor de menores. En 26-7-1810 como Alcalde de 1er voto
don Clemente Zavaleta, adhirió a la causa Patriota, comunicó a la Junta de
Buenos Aires haber reconocido su autoridad y esta el 5 de noviembre, le remitió
una instrucción para establecer una fábrica de fusiles, en la ciudad de Tucumán,
al naciente de la ciudad próxima al río
Salí y nombrándole protector de la misma.
En la autobiografía
de Domingo Matheu, vocal de la Primera Junta, se transcribe una carta suya del
26 de diciembre de 1811, en respuesta a otra de Zavaleta sobre la fábrica.
En esa época, Matheu presidía la Junta Grande. Acusaba recibo de la misiva de
Zavaleta, en la que, decía, "me pide una instrucción circunstanciada con
el fin de economizar los gastos de la fábrica que está a su cargo, pues ve con
dolor que los moldes para vaciar las guarniciones de latón necesarias al fusil,
son de barro". Contestaba Matheu que "en todas partes donde he visto
trabajar es lo mismo, y no sé (que) hasta el presente haya salido ningún nuevo
descubrimiento, y así es preciso seguir, porque no hay más remedio. Tal vez en
esa (ciudad) saldrán más baratos que en ésta, pues cada guarnición de fusil
vale 3 y medio pesos".
Al parecer, en la fábrica de Tucumán se llegaron a fundir cañones. Matheu le
informaba que "el día 24 hicimos una prueba a todo rigor de ordenanza de
los dos cañones, y resultaron buenos; sólo uno (se) abrió un poco en la boca, y
fue con motivo que el que lo limó lo dejó muy delgado, pero puede servir lo
mismo que el otro rebajándole una pulgada. El forjado lo examinamos bien, está
trabajado como es debido, y encontramos faltarle un poco más de calde (calor de
fundición), y el alma un poco grande, y siendo más chica el cañón saldría más
sólido". En cuando a los taladros, decía Matheu que "están arreglados;
pero el que tiene dos lados iguales no, porque tiene poca resistencia; y según
me dijo el superior gobierno con él puede taladrar: no sé si será algún nuevo
invento, porque hasta la fecha no había visto ninguno de la construcción de
ese".
En 1-1-1812, el Primer Triunvirato lo designó Teniente Gobernador de su
provincia, cargo que ejerció hasta marzo de ese año, fue reemplazado por don
Francisco de Ugarte
En 11-1-1813 figuró jurando reconocimiento a la Asamblea General
Constituyente
En 1815 integró la comisión para examinar el Estatuto Provisional y
expedirse sobre la designación del Director Supremo. También se desempeñó como
Síndico Procurador entre 1816-1820
Finalmente 5-IV-1822, don Clemente es promovido de nuevo a Gobernador en
medio de una anarquía política espantosa; pero al mes lo derriba por las armas
Francisco Javier López. Este, a su vez, cae vencido por Bernabé Araoz. Entonces
el Cabildo tucumano repone a Zavaleta, quien el 20 de mayo renuncia al cargo.
Don Clemente y su esposa estuvieron ligados a la Orden Franciscana,
ingresando a la Tercer Orden, desempeñando en 1805 como Ministro y Abadesa.
Autor: Ernesto Álvarez Uriondo
Fuentes:
3. Nombramiento de Zavaleta 5-4-1822 (AC, T. II, p. 336-338)
5. Los Zavaleta - Los Vascos en Argentina - Fundación Juan de Garay
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