El 30 de abril de 1779, a instancias del procurador general de la
ciudad, el Cabildo de Córdoba encomendó al alguacil mayor, don Nicolás
García Gilledo, se trasladara hasta la estancia de Alta Gracia –que tras
la expulsión de los jesuitas había sido comprada por el maestre de
campo don José Rodríguez–, para interrogar a una negra esclava llamada
Lucía Trejo acerca de su edad. Esto por
cuanto era tradición común que había pertenecido al obispo fray Fernando
de Trejo y Sanabria, quien la habría donado junto con sus bienes para
la fundación de la Universidad ¡en el año 1613!
Acompañado de una calificada comitiva, García Gilledo inició su tarea
el 15 de mayo. En su informe la describe minuciosamente, destacando “las menudas arrugas y sequedad de su rostro, en el que sólo se toca la figura de los huesos y el pellejo, sin ninguna carnosidad”.
Su cara es larga –sigue diciendo–, su nariz gruesa y
chata en el extremo. La boca grande y los labios no muy levantados a
causa de la sequedad de la cara (...) las orejas tiene crecidas, la
frente espaciosa, el cabello torcido como los demás negros, en el
celebro blanco, en lo alto de la cabeza declinando a amarillo. No le
falta en la boca más que las cuatro muelas que salen las últimas, con un
diente. Todo lo demás tiene cabal, pero tan gastados, que se hallan
parejos con las encías.
Cuenta que no puede permanecer de pie por la debilidad de las piernas, a pesar de lo cual hila y tisa lana y algodón, y “aún así se ocupa en el ministerio de partear, ejerciendo con fuerzas suficientes, así sentada”. “Tiene el pulso tan fijo –agrega– que
habiéndosele servido con una taza de sopa y caldo de más que media
porción, teniendo la taza en el suelo las acabó por su mano con la
cuchara sin derramar gota de caldo”.
Tenía la muñeca derecha lesionada a causa de una fractura que sufrió
años atrás en la estancia de La Candelaria, a donde la llevaron de
cocinera con motivo de la visita de un obispo.
Los brazos tiene bastante robustos, pero tan secos, que no se le
encuentra en ellos carnosidad alguna más que los tendones y nervios con
el hueso y cutis en menudas arrugas. Las manos igualmente secas y en las
coyunturas de los dedos, por la parte de arriba, unos nudillos que
parecen descoyuntados.
Su memoria flaqueaba, pero repitiéndole las preguntas y dejándola
descansar, respondía correctamente. Aunque no recuerda su edad, dice que
nació en Córdoba y que su primer amo fue el obispo Trejo, al que
describe como “bastante alto, no muy grueso” y vestido de
hábito franciscano. Afirma que cuando Trejo murió –lo que ocurrió en
diciembre de 1614– ella tendría unos diez o doce años.
Vivió siempre en Alta Gracia y se casó con el negro Miguel, con el
que tuvo cinco hijos, dos de los cuales, llamados Juana Inés y José, se
casaron y le dieron nietos, bisnietos y tataranietos, a los que no
recuerda bien. Padeció “varias enfermedades violentas” y cuando era moza, casi todos los años la sangraban.
Interrogados varios negros y negras viejos de la misma estancia “que algunos pasan de cien años”,
todos coinciden en que ella es mucho más vieja y que siempre la han
tenido por esclava del obispo Trejo, de allí su apellido. Una negra
llamada Manuela “que no se duda exceda los ciento veinte años, muy cabal en sus sentidos”,
asegura que cuando tuvo uso de razón Lucía era ya una mujer mayor. A su
vez ésta dice que la Manuela nació en sus manos y es su ahijada “y lo mismo dice de todos los demás viejos”.
El 17 de mayo termina García Gilledo su informe, que firman todos los que lo acompañan, afirmando que Estas son todas las razones que se encuentran para persuadir que
se acierta la edad, y que según buena razón, no baja en el día de ciento
y setenta y cuatro o ciento y setenta y cinco, que es cuanto se debe
exponer con la sinceridad que pide la buena razón.
Fuente: Adecirverdad.com
gracias por compartirlo, muy interesante !!
ResponderEliminarsaludos, Cristina Manley
hola como estas? gracias por este blog guia de estambul
ResponderEliminarGracias por compartir esta nota. Haciendo mención del orígen, la postearé en la página de proyecto Funes, en Facebook, que es página que administro en calidad de creador.
ResponderEliminarMuy interesante,gracias por compartir. !!!
ResponderEliminar